La Mesa de Café
02/09/2022 | 11:40 | El arzobispo de Córdoba expresó en La Mesa de Café su repudio al intento de atentado contra Cristina. Mostró su preocupación. "Hace tiempo estamos en una etapa de ''todos contra todos''".
Audios
La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner sufrió un intento de asesinato en la puerta de su casa en Recoleta, cuando un hombre le gatilló en la cabeza y la bala no salió. El hecho generó la reacción y el repudio generalizado del arco político y social.
Al respecto, el arzobispo de Córdoba, Ángel Rossi, habló con La Mesa de Café y expresó su preocupación y repudio. "Comparto mi repudio, tristeza y preocupación ante lo sucedido. Esto nos pone en un escenario para revisar cómo seguimos adelante".
El sacerdote jesuita advirtió que la violencia genera más violencia y que "hace tiempo estamos viviendo una etapa de ''todos contra todos''".
Además, sostuvo que "la tentación de cosas malas es progresiva en su deterioro y siempre termina en un gesto malo. Creo que es lo que hemos experimentado".
Por otra parte, el padre Rossi pidió no ideologizar o politizar lo ocurrido contra la vicepresidenta. "Algunos dirán que esta persona que disparó es un sicario de la oposición, otros dirán que es un escenario armado. Otro grupo afirmará que es un hombre frágil psicológicamente. Son posturas que no nos ayudan".
Manifestó que lo sucedido representa una oportunidad para reflexionar al insistir que "la violencia no nos lleva a ningún sitio".
Y agregó: "Es un momento para detenerse y pensar que ''por este lado la cosa no va''. Tiene que haber elementos comunes, como el dolor. Esto no apunta a los partidos políticos, sino a la persona. Es una agresión a una persona, por eso no hay que ideologizar".
Asimismo, Rossi pidió luchar contra lo que se denomina "desencanto consentido" y sostuvo que la sociedad se ha olvidado de los seres humanos, al puntualizar en los seres sufrientes. "Hay que volver a poner la mirada en las personas y no tanto en las ideas, especialmente en las sufrientes, que son los rostros que quedan invisibles. Si hay algo que nos une, es el ser humano. El sufrimiento no tiene ideología en ningún ámbito".
"Hemos dejado de escuchar al que está al lado nuestro, a la familia, al sufriente. Hemos perdido el oído. Sin escucha es imposible servir", advirtió.
Sobre el final de la comunicación, sugirió que "el camino es empezar por nosotros mismos, por nuestra sangre, por nuestras casas, donde hay guerras domésticas".
Entrevista de Miguel Clariá.