La Mesa de Café
08/03/2021 | 12:02 | Ana Senesi, directora del Hospital López Lima de Río Negro, relató en La Mesa de Café las exigencias que afrontaron por la pandemia como trabajadoras de la salud. "Fue un año muy complejo", dijo.
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Un informe del Indec sobre el último trimestre de 2020 indica que en el sector de la salud y los servicios sociales, siete de cada diez personas ocupadas en Argentina son mujeres.
En ese sentido, en el Hospital Francisco López Lima de Río Negro, quienes tuvieron que hacer frente a la pandemia fueron en su mayoría mujeres, que se encargaron desde la desinfección hasta la toma de decisiones.
"Fue complejo porque todas esas mujeres también tienen familia, y tuvieron que lidiar entre sus hijos y el hospital, que les demandó muchas horas de trabajo", contó Ana Senesi en La Mesa de Café.
En este marco, la directora del Hospital dejó en claro que las exigencias de la pandemia afectaron directamente las rutinas del hogar y el encuentro con los hijos.
"En mi caso, mis hijos tuvieron poco tiempo de su madre, y a diferencia de otros, nuestros niños se acostumbran a cocinarse y a desenvolverse sin la presencia de sus madres", señaló.
Y agregó: "Creo que a todo el personal de salud le sucede lo mismo. Mis niños lo vienen padeciendo desde siempre”.
Por su parte, describió las distintas etapas que tuvieron que afrontar durante todo el 2020 y el estrés que generó estar en la primera línea de batalla contra el virus.
Primero con la organización a contrarreloj para disponer de camas UTI y una vez logrado esto, atender "la catarata de pacientes", que en la zona de Río Negro "fue muy compleja", sumó.
"En esa época la verdad que no se podía descansar, salíamos muy pocas horas por día, a veces sin poder conciliar el sueño, siempre salía alguien que necesitaba una cama y era pariente o conocido de uno", aseveró.
Recién a fin de año empezaron a "despegarse y tratar de tener un tipo de vida distinta" a la hospitalaria.
Una de las historias que tomó relevancia en las últimas horas fue la de Beatriz Carriqueo, una de las "guardianas" de la limpieza del Hospital que trabajó día y noche para desinfectar cada rincón.
"Se puso sobre al mesa la capacidad física sobre el trabajo. Betty es una persona maravillosa, muy humilde y la verdad lo hace con un amor a los pacientes", se sinceró.
"Tuvieron que aprender, capacitarse y todo se tuvo que organizar en poco tiempo. Lo hacen con una pasión, y eso es lo que más se puso en la balanza", cerró.
Entrevista de Miguel Clariá.