Roque Córdoba y su 50º trasplante de corazón en el Allende

La Mesa de Café

Roque Córdoba y su 50º trasplante de corazón en el Allende

25/06/2020 | 14:57 | El destacado médico cirujano cardíaco realizó la intervención en medio de la pandemia. El paciente evoluciona favorablemente. Ya había hecho otros 80 procedimientos en el Hospital Privado.

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En algún momento, a las personas que se destacan en sus carreras, se les empiezan a contabilizar sus logros. Así como todos esperan que Lionel Messi convierta su gol número 700, toda la comunidad médica de Córdoba esperaba que el cirujano cardíaco, Roque Córdoba, llegara a su trasplante número 50 en el Sanatorio Allende, el 130 en toda su carrera -hizo otros 80 en el Hospital Privado-.

El paciente 50 no sólo es especial por el número, sino también porque fue intervenido en medio de la pandemia. El hombre fue derivado desde el Hospital Aeronáutico con una miocardiopatía dilatada, sin ninguna posibilidad de tratamiento.

Estuvo algunos días en espera pero, el pasado martes desde el Incucai, dieron la noticia tan esperada: una joven de 23 años sería la donante del órgano. El hombre fue intervenido y hoy evoluciona favorablemente en el Allende, a la espera que le den el alta.

El único mérito que me atribuyo es haber sabido formar un muy buen equipo. Veo la gente, su grado de compromiso. No hay que decirles qué hacer. Cada uno está permanentemente esmerándose para que las cosas sean mejor y, en verdad, eso es gratificante porque ellos se comprometen muchísimo.

"En su gran mayoría, somos el mismo grupo que empezó en el Hospital Privado y seguimos en el Allende, a donde recibimos un gran apoyo de la institución y en especial de Bartolomé Allende”, comentó Córdoba en Mesa de Café.

Como en toda carrera exitosa, hay momentos de gloria y otros no tanto. Durante la cuarentena, Córdoba y su equipo realizaron otro trasplante que salió bien, pero también perdieron un corazón por no poder ingresar a la provincia de Jujuy.

“El primero, fuimos a buscarlo a un hospital del Conurbano. Nosotros tenemos un protocolo estrictísimo en el manejo de estos pacientes y ese mismo es el que aplicamos para ir a buscar los órganos. Pudimos traerlo y trasplantarlo. Sin embargo, perdimos otro en Jujuy por la rigidez que tiene el Gobierno de esa provincia. Nos exigían que nos hiciéramos un hisopado en el aeropuerto y que, si nos daba positivo, debíamos quedarnos 14 días allá y eso no era viable”, comentó.

Una vida de compromiso

Roque Córdoba nació en El Puesto, un pueblito catamarqueño de 450 habitantes. Allí cursó su escuela primaria y se trasladó hasta San Fernando para completar su secundaria en El Nacional de Catamarca.

Luego, decidió trasladarse a Córdoba para estudiar Medicina en la Universidad Nacional. Su esfuerzo y desempeño lo llevó a emigrar y especializarse en Francia y Estados Unidos.

“A mí me educaron con la virtud del esfuerzo, no del sacrificio. Esta es una virtud que he tratado y he logrado inculcarla en mis tres hijas, mis sobrinos, mi familia y mis residentes. Casi todos lo entendieron, algunos no", expresó.

Mis padres siempre consideraron que la educación era prioritaria. En mi casa se negociaba todo, menos la educación y el respeto.

Desde que comenzó su carrera en Córdoba, el médico cirujano preparó a 25 residentes y tuvo la oportunidad de trabajar con los mejores profesionales de la provincia, a quienes no duda en atribuir parte de sus éxitos.

“Yo recibí muchísimo en la vida de mis profesores y de mis compañeros de universidad. Un profesor mío en Francia fue quien me aconsejó, con mucho ahínco, ir a Estados Unidos", contó.

Cuando hice mi primer trasplante, los médicos me llamaban desde allá dos o tres veces por día. Me decían: ‘te llamamos nosotros porque sabemos que a vos te cuesta mucho dinero’. De eso no me lo olvido.

Una vida de servicio

Si bien Roque Córdoba tiene una larga trayectoria en instituciones privadas, también la tiene en el Hospital San Roque de Córdoba.

Él fue quien, junto a Oscar González -ministro de Salud en aquel entonces-, trabajaron para abrir el servicio de cirugía cardiotorácica, hemodinamia y cardiología intervencionista en 2010.

“Ya llevamos 1.500 enfermos operados en ese lugar. Oscar González fue quien me escuchó cuando le dije que yo me había formado en la educación pública y que nunca había devuelto eso. Él me dijo: ‘Acá tenés un hospital para hacerlo’”, comentó emocionado.

Hoy están trabajando para poder reiniciar la actividad, una vez que la pandemia retroceda y permita retomar las cirugías programadas.

Es muy gratificante. Fui allá porque tenía una deuda con la sociedad. Nos va muy bien y estamos muy orgullosos.

Entrevista de Miguel Clariá.