Se retiró la camarista Bordoy: "Creo haber sido justa"

Graciela Bordoy de Pizzicari fue aplaudida el pasado jueves en Tribunales II de Córdoba al hacer su última salida de aquella casa, a la que entró en abril de 1958 "con muy poca edad", según remarcó en La Mesa de Café.

Según dijo, en aquella época, había otras chicas que ejercían el mismo trabajo que ella, a pesar de la creencia general que había sobre la ineficiencia de las mujeres en el fuero penal. "Tuve la suerte de tener buenos jefes que no tenían problema con eso", indicó la vocal de la Cámara 11ª del Crimen.

"Esas chicas se retiraron cuando cumplieron 30 años de servicio. Yo seguí alimentando la máquina ahí adentro, porque es mi casa y lo que más me gusta en la vida", dijo y enfatizó: "Es lo que uno eligió para hacerlo con todo el esfuerzo y el ánimo, con subidas y bajadas".

Consultada sobre el balance de su trabajo y la posibilidad de haber condenado a alguien injustamente o haber dejado a un culpable en libertad, respondió: "En general, no tengo esa inquietud. Creo haber sido justa tanto para absolver como para condenar. Si en algún punto eso no fue así, todas las sentencias son casables".

Y agregó: "Trato de moverme con un parámetro de justicia. Creo que la ley, la amplitud que tienen los mínimos y los máximos del Código Penal, nos permite hacer una valoración del daño, de lo injusto".

A su vez, relató sus memorias sobre el ejercicio de la profesión periodística. "A la mañana iba a Tribunales y a las 16 entraba a Radio Universidad. Terminé siendo redactora en la época de Sergio Villarruel", expresó.

Y señaló: "Hice una carrera simultánea. El periodismo tiene mucho que ver con la abogacía, hay puntos de contacto bastante fuertes".

Si bien no sabe qué sigue en su vida, aseguró que no se ve ejerciendo el rol de ama de casa ni el de abuela al 100%. "No sé qué es lo que voy a hacer. Me gustaría escribir o hacer algo relacionado con esto que he venido haciendo", expresó.

Entrevista de Miguel Clariá.