Mesa de Café
28/04/2020 | 15:01 | Néstor Bustamante, cordobés radicado en Berlín, dio detalles en Mesa de Café de cómo vive el confinamiento. La tasa de mortalidad es de 3.5%. "Merkel manejó de forma excelente la crisis", destacó.
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Desde que comenzó la crisis a raíz de la pandemia del coronavirus, los países han estado mirando a sus vecinos y copiado las mejores estrategias para poder salir airosos.
Alemania es uno de los estados que, a pesar de tener una de las cifras más altas de contagio -más de 152 mil- vuelve poco a poco a la normalidad sin haberla perdido por completo en ningún momento. Los muertos superaron los 5.500, una cifra muy inferior a la de otros países como Italia, con un índice de fallecimientos muy similar al de China (3.5%).
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En este contexto, los comercios en Alemania volvieron abrir y las familias nunca dejaron de ir a pasear o a hacer salidas a los parques.
Sin cuarentena total, Alemania ha logrado aplanar la curva y mantener una vida normal para sus residentes.
“En Berlín, la gente se tomó de forma muy relajada el tema. Yo vivo al frente de un lago y, cuando hay buen clima, se llena de gente. Por ahí aparece la Policía a controlar, pero no se ha respetado tanto el aislamiento. A veces veías controles, pero el cumplimiento nunca fue masivo”, dijo en Mesa de Café Néstor Bustamante, cordobés radicado en Alemania.
Él vive con su esposa, que es grupo de riesgo, y por eso han mantenido un confinamiento extremo. Además, contó que ambos fueron testeados sólo por el hecho de ser grupo de riesgo aunque explicó que “el testeo no fue masivo”.
Bustamante destacó el liderazgo de la canciller Angela Merkel, que en la actualidad cuenta con una aceptación del 90% de su electorado.
"Ella dijo: si sube a 1.1, se acabarán las camas de terapia. Algunos miembros de su gabinete no son tan mesurados. Ella explicó que este es un éxito temporario y libre. El margen de maniobra es limitado”, comentó Bustamante quien anticipó que este martes ese índice subió a 1.0 y que eso podría afectar a la relajación de la cuarentena.
Dentro de las medidas que tomó Merkel en los últimos días, impuso la obligatoriedad del uso de tapabocas para ir a supermercados.
Según el residente de Berlín, esta medida no fue recomendada antes por la OMS para evitar que el personal de salud de todo el mundo “se quedara sin”.
“Hay que entender que la OMS su forma de liderazgo es paternalista y no va a decir lo que sucede, sino lo que sea conveniente para que mueran menos personas. No podía decirlo porque si no se quedaban todos los trabajadores de salud sin tapabocas", afirmó.
Aquellos que sean detectados sin el uso de barbijos a donde hay aglomeramiento de personas, serán multados con 150 euros y si hay reincidencia con 350 euros.
Entrevista de Miguel Clariá.