Mesa de Café
29/04/2020 | 14:34 | Julia Márquez, magistrada de Ejecución Penal de Quilmes y miembro de Usina de Justicia, dijo en Mesa de Café que hay "decisión política" de no ocuparse de la sobrepoblación de las cárceles.
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En medio de múltiples otorgamientos de prisión domiciliaria a presos de todo el país, Miguel Clariá dialogó con Julia Marquez, jueza de Ejecución Penal de Quilmes e integrante de Usina de Justicia, quien indicó que detrás de esta medida “hay una intención manifiesta”.
“Yo creo que acá hubo una intencionalidad. Si se analiza el discurso del gobernador de la Provincia de Buenos Aires cuando asumió, habló de la cantidad de presos y dijo que había que descomprimir las cárceles. ¿Nadie pensó en que si había tantos presos es porque se cometen muchos delitos y que necesitamos más cárceles?”, dijo.
La letrada argumentó, además, que existe una “decisión política de no ocuparse del tema” y de trasladar el problema a las víctimas.
"Tenemos que descomprimir las cárceles porque es cierto que tienen superpoblación, pero tenemos que pensar en qué lugares. No puede ser que los mandemos a las casas”, explicó.
Márquez comentó que en su Cámara se otorgó la libertad a un hombre que había cometido un delito sexual y que ella misma llamó y dio aviso a la víctima.
“En la provincia rige la ley 12.256 que no prevé esa comunicación. Sin embargo, en mi juzgado es una práctica habitual porque la persona tiene derecho a la Justicia. Me parece importante hablar con las familias para brindar protección", comentó.
Además, hizo hincapié en el sentimiento de “complicidad” que puede sentir un juez si libera a un preso que comete un nuevo delito.
“Eso depende mucho de cada juez, pero para mí es una responsabilidad. Si una persona volvió a cometer un hecho, siento que necesitó de mi colaboración y es algo que yo no puedo separar”, expresó.
Finalmente, si bien comentó sentir “miedo” por las amenazas que pueden recibir los jueces por parte de los presos liberados, destacó que los que están participando de motines y ejerciendo la violencia “son unos 500 de 41 mil”.
“Ayer (por este martes) recibí un mail de un detenido que tengo a disposición, en el que me decía que no quería la violencia como adaptación social", contó.
Y agregó: "Quiero destacar al resto porque una persona que entra por un hecho de violencia, no puede egresar por otro hecho de violencia”.
Entrevista de Miguel Clariá.