Una mirada sobre Guayaquil, la ciudad en la que Talleres logró su agónico empate

Los periodistas deportivos Mauricio Coccolo y Matías Barzola, que se encuentran en Ecuador cubriendo para Cadena 3 la participación de Talleres en la Copa Libertadores y de Belgrano en la Sudamericana, compartieron sus experiencias e impresiones sobre el país sudamericano.

Además de relatar el emocionante empate de Talleres frente a Barcelona SC, describieron su experiencia en Guayaquil y las percepciones sobre las condiciones económicas y sociales del país. 

Según Coccolo, los precios de los productos básicos son más bajos que en Argentina: "En una compra de super hubiésemos gastado 8 dólares. El sueldo promedio de un ecuatoriano son 800 dólares aproximadamente (...). Para que esa misma canasta en Argentina vos la puedas comprar con el 1% de tu sueldo como este caso, deberías ganar 1.600.000".

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/

Por otro lado, Barzola habló sobre el problema de inseguridad que enfrenta Ecuador, quien destacó que pese a las constantes advertencias sobre tener cuidado en las calles, no se sintieron inseguros. De todos modos, tuvieron un paso fugaz 

"Se están peleando mucho en las afueras de Guayaquil para evitar traerle conflictos a la ciudad [...] Lo que tratan es evitar que eso tenga repercusión negativa internacional", remarcaron. Ambos periodistas coincidieron en no haber sentido miedo durante su estancia.

A pesar del corto tiempo y el limitado recorrido por la ciudad, Coccolo y Barzola también destacaron que no vieron en las calles pobreza extrema o indigencia visible en Guayaquil.

Finalmente, al hablar del empate de Talleres, Barzola destacó la emoción y el sacrificio de los hinchas que viajaron a Ecuador para apoyar al equipo: "Necesitaron por lo menos 1.800 dólares para venirse acá. Fue épico ver a esa gente. Hicieron un esfuerzo inmenso".

"Fue hasta casi romántico ver a los hinchas festejando. Eran unos 250, 300 hinchas. Tuvieron que ajustar números, alguno hizo un sacrificio extremo. Otro que se vino con la novia y quemó la plata que tenían programada para las vacaciones de dentro de un par de años. Había un instinto, como algo muy interno, que les decía que tenían que estar. Tiene una buena dosis de romanticismo. Había gente que saca números para llegar, no a fin de mes, a mediados de mes. Y esta gente decidió venir acá. La puso en Talleres, la puso en su sueño", cerró Barzola.

Entrevista de Miguel Clariá.