"Usamos guardapolvo, no chaleco antibala", dijo Crescenti

“Uno va a dar una mano solidaria, a salvar a una vida y se convierte en víctima”, señaló el director del Servicio de Atención Médica de Emergencias (SAME) de la Ciudad de Buenos Aires.

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“Recuerdo un caso de un médico nuestro que salió a hacer un auxilio. No firmó ningún certificado de defunción, solo intercambió datos con la Policía. Cuando se retiraba, dijo ‘no firmamos certificado’ y le pegaron con un fierro y cayó por las escaleras, hace unos 5 años”, relató.

Acusó que varias veces, además, recibieron piedrazos en la ambulancia, incluso disparos. “Una vez la bala casi le pega al tubo de oxígeno, de casualidad dio en un parante. En general apuntan al médico o al chofer”, contó.

“Esto está tomando un calibre que no corresponde y que debe ser punible. El que agrede a un profesional de la salud debe ir preso”, sostuvo.

“No queremos terminar con ningún muerto del equipo de salud, hay que tomar medias antes de que esto suceda. Nadie de los nuestros va a negarse a prestar un servicio, porque es punible, pero esto ya es injustificable”, sentenció.

Explicó que durante la pandemia, recibieron apoyo psicológico del Equipo de Factores Humanos, pero “desde el punto de vista de salud, un 10% de los profesionales se contagiaron”. “Uno de los nuestros falleció, pero tomamos muchas medias cuando comenzó la pandemia porque no movíamos por información de otros países”, señaló.

Trabajo esencial y de riesgo, ¿hay una desensibilización?

El director del SAME negó rotundamente que haya una falta de sensibilidad por parte del personal de emergencias, aun tras años de presenciar situaciones críticas, y subrayó la importancia de mantener "la frialdad" ante una crisis.

“Ante una situación de emergencia, tiene que primar la frialdad. Si uno se bloquea, entra en pánico. Allí es donde intercede el personal de Factores Humanos, que saca al médico y lo reemplaza por otro”, explicó.

“Después uno va a casa y llora lo que tiene que llorar, las imágenes siempre quedan dando vueltas”, expresó.

“Me acuerdo siempre de un hombre que saqué de los escombros de la AMIA, de la tragedia de Once, no estoy para nada insensibilizado”, reclamó.

“La vida es dura, a nadie le gusta ver lo que vemos todos los días, no es agradable”, agregó.

Y mencionó que tanto desde Uruguay como desde España se contactaron con el SAME para desarrollar sistemas de emergencias similares a los que se utilizan en Argentina.

Entrevista de Miguel Clariá.