A 10 años de la muerte de Nisman: 88 personas caminaron por la escena del crimen

Diez años pasaron desde que el fiscal Alberto Nisman fue encontrado muerto en su departamento, un caso que ha mantenido a la sociedad argentina en un estado de incertidumbre y especulación. 

La pregunta que persiste es: ¿se suicidó o fue asesinado? Nisman, quien investigaba un atentado terrorista y había denunciado a la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner por encubrimiento, apareció sin vida un día antes de presentarse en el Congreso para fundamentar su denuncia. Desde entonces, el misterio que rodea su muerte sigue sin resolverse.

Recientemente, la fiscalía que investiga el caso presentó un nuevo informe que reafirma la hipótesis de homicidio. Este informe también destaca el papel de agentes de inteligencia en el contexto de su muerte. 

El periodista Héctor Gambini, en una nota publicada en Clarín revela un dato alarmante: durante la fatídica noche, 20 personas ingresaron al departamento de Nisman. En total, 88 personas caminaron por la escena del crimen, un hecho que resulta inconcebible para cualquier persona que tenga un mínimo de conocimiento sobre el manejo de escenas del crimen.

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Es fundamental recordar que, en el ámbito de la abogacía, uno de los principios básicos es la preservación de la escena del crimen. El lugar debe ser resguardado, ya que allí se encuentran las evidencias cruciales para cualquier investigación. 

Sin embargo, la realidad es que 88 personas transitaron por el departamento de Nisman, mientras él yacía en el baño con un disparo en la cabeza. Este descontrol en la escena del crimen fue alarmante y pone en entredicho la "seriedad" con la que se manejó la situación desde el primer momento.

Gambini narra que se registraron 35 huellas dactilares en la vivienda, y ninguna pertenecía al fiscal. Este detalle es revelador y sugiere una manipulación de la escena que complica aún más el esclarecimiento del caso. 

La secuencia de eventos esa noche fue desastrosa: las autoridades de seguridad fueron notificadas más de una hora después de que se hallara el cuerpo, y la llegada de personas al departamento fue incesante. Aquellas que ingresaron parecían tener funciones específicas, pero muchas otras no tenían razón de estar allí, lo que solo añade confusión al caso.

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El relato de Gambini es impactante desde el principio. Comienza describiendo cómo el cerrajero Gualberto Gualterio Pérez abrió la puerta a las 22:32, dando paso a lo que él califica como una "manada de búfalos". 

La imagen es poderosa y refleja el caos que reinó en el departamento de Nisman. Todo indica que las acciones realizadas esa noche fueron contrarias a lo que se esperaría en una investigación seria.

La hipótesis principal que se sostiene es que Nisman fue víctima de un homicidio, con la participación de terceros que ingresaron a su hogar, lo redujeron y lo obligaron a colocarse de rodillas antes de dispararle en la cabeza, intentando simular un suicidio. 

En la actualidad, cinco personas están procesadas en relación con este caso, aunque aún queda por esclarecer quiénes fueron los autores materiales del crimen. Además, se investiga un segundo proceso por las irregularidades detectadas durante los peritajes en el departamento.

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