Boca eliminado: el fracaso total de la gestión Riquelme

El fracaso de Boca Juniors en la reciente competencia es innegable. A pesar de haber ganado 2 a 1 en el tiempo reglamentario, el equipo no logró avanzar y fue eliminado en la tanda de penales por un equipo peruano. 

La situación se vuelve aún más crítica cuando consideramos el desempeño de Edinson Cavani, quien erró un gol clave en el minuto 98. Como bien se mencionó, "la última vez que ganó en la Argentina, creo que fue en el año 1969". 

La situación se tornó más complicada cuando el arquero titular, Marchesín, pidió el cambio antes de la definición por penales. La incredulidad es palpable: es el momento donde tienen que poner los huevos, el arquero tiene todo para ganar... ¿Cómo va a pedir el cambio? Este tipo de decisiones en momentos críticos refleja una falta de fortaleza mental que puede ser devastadora para cualquier equipo en situaciones de alta presión.

El técnico de Boca, Gago, también se encuentra en el ojo del huracán. Es un técnico derrotado. La imagen de Gago en este momento es la de un líder que parece haber perdido el rumbo, lo que genera aún más inquietud entre los hinchas y analistas del fútbol.

Sin embargo, este fracaso no se limita solo a un partido. Es un reflejo de una gestión más amplia dentro del club. Es un fracaso institucional del gran responsable de todo este fracaso que tiene nombre y apellido, que se llama Juan Román Riquelme. 

Su figura, un ícono del club, se convierte en objeto de debate. No será su soberbia, que quiere ser presidente y técnico, y además ídolo.