La otra mirada
28/05/2020 | 09:19 |
Fernando Genesir
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La diferencia entre el "ya" y el "todavía"
Antes de empezar, le quiero dedicar el desayuno de hoy a Dady Brieva, que ayer, con una mirada poco democrática, exigió censura a los periodistas al pedir que se regule de manera urgente qué es lo que se dice.
La verdad es que muchas veces Dady me hizo reír con sus chistes, pero con su actuación de ayer, me dieron ganas de llorar.
Mediante un nuevo decreto, el Gobierno confirmará oficialmente esta semana su decisión de pagar el segundo tramo del llamado Ingreso Familiar de Emergencia (IFE).
Se supone que, como en abril, rondará los 10.000 pesos y alcanzará a unas 9 millones de personas que están en la economía informales, es decir trabajadores no registrados, desempleados y beneficiarios de otros planes sociales.
En las últimas horas el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, agregó que en los próximos días se publicará el decreto con todos los detalles del segundo pago del IFE.
A pesar de la intención de abonar una segunda cuota, el Gobierno sigue con problemas para completar el primer pago del IFE al total de los beneficiarios.
Estoy hablando de un universo de gente que todavía no cobró los 10.000 pesos y que necesita esa plata para comprar alimentos.
Me llamó la atención que Alberto Fernández, cuando habló el sábado, diera como buena noticia que de las 9 millones de personas aceptadas para cobrar ese bono, "ya" lo habían cobrado 6 millones.
Ese "ya" me hizo un poco de ruido porque también significaba que había 3 millones que "todavía" no lo habían cobrado.
Ayer se conocieron los datos precisos.
"Ya" cobraron los 10.000 pesos un total de 6.288.501 personas.
Pero "todavía" no cobraron los 10.000 pesos un poco más de dos millones de personas.
Si el Presidente aceptara el consejo de Dady Brieva, antes de publicar mi enfoque, yo debería preguntar si destaco el "ya" lo cobraron 6 millones o si resalto el "todavía" no lo cobraron 2 millones de personas.
Yo voy a subrayar el "todavía" no lo cobraron 2 millones de personas.
Por las dudas se haya olvidado, le digo a Dady Brieva que el pago del IFE fue anunciado por los ministros Moroni, de Trabajo, y Guzmán, de Economía, durante una conferencia de prensa conjunta el 23 de marzo.
Hoy es 28 de mayo.
Es decir, Dady, pasaron 70 días y todavía hay dos millones de argentinos y argentinas que no cobraron un ingreso de emergencia de 10.000 pesos.
Digo, por las dudas a Brieva se le haya pasado por alto el dato o se haya olvidado que, como dice su jefa espiritual, "la Patria es el otro".
O capaz que Dady quiera dedicarle unas palabras a esos dos millones de argentinos y argentinas que todavía están esperando los 10.000 pesos.
A mi lo primero que me llama la atención es el tiempo transcurrido.
Más me llama la atención porque a esa ayuda del Estado le pusieron como nombre Ingreso Familiar de Emergencia.
Como sería si no fuera de emergencia.
Y repito que son 10.000 pesos que los trabajadores de la economía informal o los desocupados usan para comer.
¿Qué hacen durante esos 70 días esas 2 millones de personas mientras esperan que se le pague la ayuda prometida?
Pasa algo parecido con las empresas que se anotaron en el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción, por el cual el Estado paga hasta 33.000 pesos del sueldo de cada trabajador.
De las casi 500.000 empresas que solicitaron el auxilio estatal, solo lo recibieron 256.000. Es decir, la mitad.
Y otro tanto ocurre con los créditos a tasa cero para monotributistas y autónomos: lo pidió un universo de 400.000 usuarios y lo recibió solo una parte.
Así vemos, en los números, que la ayuda estatal para mucha gente llega tarde o no llega.
También le recuerdo a Dady, antes que insista con la censura, que cuando el Gobierno anunció la ayuda de 10.000 pesos, calculó que alcanzaría a unas 3.600.000 personas. Se terminaron anotando casi 12 millones. Es decir, cuatro veces más. O sea, calcularon muy mal la cantidad de gente que iba a necesitar ayuda.
De los 12 millones de anotados, 3 millones quedaron afuera porque la Anses los rechazó usando datos falsos o argumentos desopilantes.
Y ahora, a 70 días del anuncio, están por anunciar la segunda cuota y todavía hay 2 millones de personas que siguen esperando el bono de 10.000 pesos.
En el final, le quiero contar a Dady Brieva que hoy en La Voz está la historia de uno de los tantos emprendimientos que se cayeron con la pandemia.
Es la cafetería y heladería Jalisco, que un matrimonio cordobés hizo crecer con mucho esfuerzo, y que hoy entrega el local porque no puede pagar el alquiler de 100.000 pesos con una facturación que es casi cero.
Cuenta la dueña que intentaron todo: venta por whatsapp, delivery, take away, y nada.
Y buscaron sacar un crédito bancario a tasa del 24%, pero no se lo dieron. Intentaron con los créditos a tasa cero, pero tampoco tuvieron suerte. Y se anotaron en el programa de pago de salarios pero no les salió porque la facturación de este año fue mayor a la del año pasado.
La verdad es que así es muy difícil sostener producción y empleo en medio del huracán de la pandemia.
Si sumas alquiler, sueldos, impuestos, facturación cero y un Estado que no te ayuda, dan ganas de cerrar todo y abrir una heladería en una base de la Antártida, donde capaz que te vaya mejor.
Desde aquí, voy a seguir diciendo que el Gobierno hizo muy bien en instalar la cuarentena el 20 de marzo, porque eso ayudo a salvar muchas vidas y a preparar el sistema de salud.
Y también voy a seguir poniendo el foco no en los que "ya" recibieron la ayuda sino en los que "todavía" esperan, hambrientos o asfixiados, la mano del Estado.
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