El "tunga-tunga" tiene impronta de mujer

El cuarteto en los últimos años tuvo una gran transformación, no solo en la forma musical sino también en el protagonismo que tomó la mujer. 

Tres de las voces femeninas del cuarteto cordobés, Magui Olave, Euge Quevedo y Vane Velázquez, destacan el gran trabajo y la lucha de años para poder ocupar el lugar que hoy tienen dentro del género popular. 

En ese sentido, cuentan sus inicios y cuánto les costó conseguir lo que son hoy. "Mi tía Betty fue quién me impulsó, me hizo probar en la banda de Ulises, y así comencé a los 14 años haciendo coros en su banda", recordó y expresó Magui. 

En el caso de Euge, sus inicios fueron en el folclore: "Mi abuela fue la que más creyó en mí desde un primer momento, ella me anotaba en los pre festivales, el primero fue a los 7 años" recordó con asombro. 

Vane es del interior, viajó a Córdoba para un casting, y descubrieron su voz en un asado y le dijeron "vos tenés que hacer cuarteto". 

Magui Olave contó lo difícil que fue al principio con su banda, le cerraban puertas, le decían que una mujer no cortaba tickets en el cuarteto, le bajaron bailes el mismo día. Destacó el acompañamiento incondicional de su esposo, Matías Suárez, quién la ayudó a armar la banda, comprar instrumentos y seguir apostando. 

"Estar en La Banda de Carlitos fue un gran desafío", destacó Euge. "Iba a un lugar que ya tenía su público, tenía que conquistar algo que ya estaba formado, pero gracias a Dios todo se dio". 

Las tres hablan de lo importante que fue el rol de sus mamás, que en el caso de Vane sigue siendo importante. Magui y Euge tienen una historia similar, sin poder compartir físicamente el éxito conseguido hoy.

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