Historias de vida
27/10/2021 | 11:42 | “Los niños solían burlarse de mí; me llamaban ‘bebé basura’, contó Freddie Figgers, el ahora exitoso empresario en tecnología.
Freddie Figgers es hoy un millonario miembro fundador de la firma "Figgers Communications", una compañía de telecomunicaciones que esta valuada en US$62 millones.
Pero su vida no siempre fue éxito. Él fue abandonado cuando era sólo un bebé en un tacho de basura de Florida, Estados Unidos.
Sus padres, Nathan y Betty, de 74 y 66 años respectivamente al momento de su adopción, le dieron acogida en su hogar donde otra decenas de niños también habían sido adoptados.
Durante toda su niñez y adolescencia sufrió del bullying de sus compañeros de escuela. "Recuerdo ocasiones en las que me bajaba del micro escolar y niños me agarraban y me tiraban en tachos de basura y se reían de mí”, contó Freddie en una entrevista con Jo Fidgen para el programa de la BBC Outlook.
La relación con sus padres siempre fue especial y Freddie no paró un día de agradecer todo el amor que ellos le dieron: "Mis padres me dieron todo el amor que alguien pudiera querer jamás. Hicieron todo por mí. Nunca sentí la necesidad de buscar a mi familia biológica porque mi mamá y mi papá, mi Betty y mi Nathan, lo eran todo para mí, y yo los amaba”.
"Me enseñaron a ser íntegro, a hacer siempre lo correcto, a nunca olvidar mis orígenes. Vi a mi padre siempre ayudando a la gente, deteniéndose en el camino a ayudar a extraños, alimentando a los sin techo... Era un hombre increíble y yo quiero ser como él", confesó Freddie.
La familia siempre fue humilde, sus padres trabajaban todo el día para darle lo mejor y un día lograron comprarle una computadora luego de regatear con el vendedor. Esa decisión fue lo mejor que le pasó en su vida: Freddie descubrió su pasión por arreglar aparatos electrónicos a temprana edad y con 10 años aprendió a codificar programas básicos. “Yo estaba feliz. Como no prendía, la desarmé y me di cuenta de que un componente estaba roto y todo fluyó naturalmente", contó sobre su primer acercamiento a las computadoras.
Con el paso del tiempo logró perfeccionarse y a temprana edad ya había conseguido trabajo como técnico puesto que en la zona rural donde vivía no había muchas opciones. A los 12 años comenzó a reparar las computadoras que tiraban en su colegio por no saber arreglarlas, y luego trabajó para su ayuntamiento por 12 dólares la hora.
A los 15 años una firma ofreció un programa para monitorear los medidores de presión de agua por US$600.000 y él decidió dejar el colegio para dedicarse de lleno.
Uno de sus mayores inventos fue un zapato inteligente, que surgió de la necesidad de ubicar a su padre con Alzheimer cuando se perdía, mucho antes de que existiera la posibilidad de tener GPS o Google. Con esto, ganó más de 2 millones de dólares.
Así decidió poner su propia compañía de telecomunicaciones, que en las zonas rurales escaseaban. Y hoy se convirtió en un exitoso empresario y millonario.