A 37 años de la aparición de la mítica revista "Sólo Fútbol"

El 15 de julio de 1985, aparecía una revista de la que todo el mundo futbolero hablaría. Una revista que ese futbolero de ley estaba necesitando. Una revista que marcaría un antes y un después en las publicaciones deportivas que por esa época se editaban en el país.

Con la "Goles" ya desaparecida y un "El Gráfico" que a pesar de conservar plumas de nivel, se iba alejando de lo que en un pasado había representado, el momento para que surgiera una publicación que incluyera solamente fútbol y todo el fútbol, era el propicio. Y ese momento fue para "Solo Fútbol". 

Aparecía los lunes en Buenos Aires, el martes en el resto del país, en sus orígenes su slogan rezaba "La mejor revista para el mejor deporte" y que luego modificó desde el número 302 el 1 de abril de 1991 a una marca registrada: "La revista que más sabe de fútbol".

¿Y cómo olvidarla? Fue una revista que marcó a toda una generación ávida de información y estadísticas, que en épocas donde la internet era menos que un sueño, se sumergía semana a semana en unas ásperas y descoloridas páginas que detallaban lo que ocurría hasta en el bajo fondo del ascenso argentino, ahí donde los cronistas de "El Gráfico" nunca llegaban. Sergio Castillo, su último director periodístico, no tiene dudas que aquella publicación marcó una revolución.

Es que nunca en la historia del periodismo gráfico argentino, una revista que se dedicara puramente al fútbol, hizo el trabajo semanal de "Solo Fútbol" que logró algo que nadie hizo hasta aquel instante: universalizar el fútbol, para darle entidad a equipos ignotos que no tenían lugar en la sección deportiva de ningún diario. Pero no bastaba con eso, había que darle importancia a las divisiones inferiores, desde la categoría de élite hasta la última y cubrir lo que pasaba en las ligas regionales apuntando a aquellos que no eran tenidos en cuenta.

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Uno que consumía "Solo Fútbol" era Abel Darío Blasón, segundo goleador histórico de Belgrano en AFA y figura de aquel Belgrano del primer Nacional B 1986/87: "Fue una revista emblemática en nuestra época, era una referencia para nosotros los jugadores".

La revista aportó también una gran perla y por la que aún hoy muchos la recuerdan: el resultado moral. Era una pequeñísima aclaración dentro de la síntesis de los partidos, que le daba al lector la pauta de qué tan justo había sido el marcador final. Claro que ese resultado moral estaba supeditado a la capacidad de análisis del periodista en cancha, que de acuerdo a la cantidad de llegadas y al desarrollo del juego, agregaba un tanteador imaginario. Del resultado moral se llevaba la tabla moral del torneo y por ende, la publicación consagraba un campeón moral que muchas veces no coincidía con el real.

Y no sólo tabla moral. Estaba la de posiciones oficial, el descenso, la de las recaudaciones, la de goleadores, la de asistidores, la de arqueros como lo fue "Palito" Ramón Benito Álvarez en Instituto.

Y era realmente eso, sólo fútbol, desde primera y ascenso hasta infantiles y fútbol de los cinco continentes. En un principio sólo tenía la cobertura de todo lo que pasaba en el país, pero pasó a jugar en grandes ligas cuando sus páginas traían el fútbol del mundo a la vez que el producto se volvía exitoso y comenzaban a aparecer publicaciones satélites de "Solo Fútbol".

"Solo Fútbol" tuvo de todo: las figuritas Fulvence de cada club, el estilo de los títulos copiado después por Olé, las producciones de fotos con jugadores disfrazados, la guía con todos los datos de los futbolistas a inicios de los torneos y en los meses de diciembre un anuario con las estadísticas de los partidos del año.

Los cambios, el nuevo milenio, la tecnología, la competencia fueron deteniendo la leyenda de la "Solo Fútbol" que tuvo su punto final en diciembre de 1999.

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