Informes de La Previa
27/12/2020 | 16:12 | Facundo Campazzo se sumó al selecto grupo de jugadores nacidos en el país que alcanzaron la mejor liga del mundo. Desde "Pepe" Sánchez hasta Patricio Garino, todos nuestros representantes.
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Argentinos en la NBA: los que llegaron al mejor básquet del mundo
El arribo de los cordobeses Facundo Campazzo y Leandro Bolmaro a la NBA fue el último “doble” de una serie de nombres de argentinos que llegaron a jugar en la mejor liga de básquet del mundo.
Con Emanuel Ginóbili como emblema y símbolo indiscutido, hay basquetbolistas nacidos en nuestro país en el torneo más importante del planeta desde el año 2000, aunque con algunas intermitencias en determinadas temporadas.
“Pepe” Sánchez y Wolkowyski, los pioneros. El 31 de octubre del 2000 fue el día donde el pique de una pelota naranja paralizó al territorio argentino. Esa jornada, el base bahiense Juan Ignacio Sánchez debutó en el mítico Madison Square Garden en el triunfo de su equipo, Philadelphia Sixers, sobre New York Knicks. Se convirtió así en el primer argentino en jugar en la NBA.
“Pepe” arribó al club tras destacarse en la Universidad de Temple. Pese a que no pudo afianzarse, y con pasos posteriores por Detroit y Atlanta, llegó a jugar 38 partidos.
Ese mismo 31 de octubre, pero unos minutos después, tuvo su estreno en la liga estadounidense el chaqueño Rubén Wolkowyski. “El Colo” había llegado a Seattle Supersonics en forma directa desde Estudiantes de Olavarría de la Liga Nacional.
Su presentación fue en la caída ante los Grizzlies. Tuvo una estadía relativamente corta, pero muy significativa para la época. Tiempo después se puso, en un paso fugaz, la camiseta de Boston Celtics.
“Manu” Ginóbili, el número 1. El 29 de octubre de 2002 fue el día en el que el básquet argentino empezó a cambiar para siempre. Con un nivel superlativo en Kinder Bolonia de Italia, San Antonio Spurs puso los ojos en el bahiense y lo fichó para comenzar un largo romance.
“Manu” debutó en la victoria de los Spurs sobre Los Ángeles Lakers, por 87 a 82, e inició allí un camino plagado de gloria, que lo llevaría a convertirse en una leyenda del básquet y en uno de los mejores deportistas argentinos de todos los tiempos.
En San Antonio, Ginóbili celebró cuatro campeonatos, formó parte del trío más ganador de la historia, logró un premio al Mejor Sexto Hombre de la temporada y tuvo dos selecciones para el Juego de las Estrellas de la NBA.
“Manu” disputó 1.057 partidos en la liga más importante del planeta, anotó 14.043 puntos y brindó 4.000 asistencias, números impactantes que no alcanzan a reflejar el amor y la idolatría que construyó en el equipo de Texas.
Carlos Delfino, talento y elegancia en Estados Unidos. El escolta santafesino llegó a la NBA un año después de ser seleccionado en el 25º lugar en el draft de 2003 por Detroit Pistons.
Al comienzo alternó buenas y malas, con un rol más secundario, pero tras emigrar un año a Rusia volvió a Milwaukee y fue una pieza clave. Luego, también brilló en Houston Rockets.
Jugó 507 encuentros en la NBA, defendió las camisetas de Detroit, Toronto, Milwaukee y Houston y marcó 4.115 puntos. También se destacó con 1.815 rebotes.
“El Chapu” Nocioni, un luchador gigante. Tras brillar en Europa, el oriundo de Gálvez fue contratado por el popular Chicago Bulls, donde debutó un 5 de noviembre de 2004 ante los Nets.
Andrés estuvo más de cuatro años en ese equipo, en el que dejó una huella y se convirtió en ídolo.
Posteriormente, el alero también jugó en Sacramento Kings y en los Sixers. Disputó 514 partidos en la NBA, anotó 5.415 puntos y tomó la importante cifra de 2.295 rebotes.
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Fabricio Oberto, el primer cordobés en llegar a lo más alto. El 1º de noviembre de 2005 la ciudad cordobesa de Las Varillas no habló de otra cosa: Fabricio, uno de los suyos, debutaba en la NBA. Fue en el triunfo de los Spurs, donde compartió equipo con Ginóbili, ante los Nuggets, por 102 a 91.
El ex Atenas, uno de los pivotes más importantes de la historia del país, se hizo un lugar en un equipo ganador y repleto de estrellas y logró el anillo de campeón en 2007.
Tras su exitosa estadía en San Antonio, formó parte de las filas de Washington Wizards y de Portland Blazers, paso que fue interrumpido abruptamente por un problema en el corazón.
Oberto jugó 336 partidos en la NBA, marcó 1.081 puntos y capturó 1.175 rebotes.
Walter Herrmann, otro ex Atenas en la liga más grande. Debutó en Charlotte Bobcats el 10 de noviembre de 2006. Al igual que sus antecesores, fue una pieza clave de la Generación Dorada de la Selección argentina que logró el oro olímpico en Atenas 2004.
También jugó en Detroit Pistons y acumuló 152 encuentros en la NBA.
Luis Scola, una estrella que se volvió símbolo. Debutó el 30 de octubre de 2007 en la ajustada victoria de Houston sobre los Lakers. Los Rockets disfrutaron de un nivel superlativo del ala-pivot, que había sido drafteado cinco años antes por los Spurs.
“Luifa” es el segundo jugador argentino con más presencias en la NBA, con 743 partidos, solo por detrás de “Manu” Ginóbili, y se lució con 8.882 puntos y 4.941 rebotes.
El eterno capitán del seleccionado argentino también vistió las camisetas de Phoenix, Indiana, Toronto y Brooklyn.
Pablo Prigioni, el veterano que sorprendió. El riotercerense debutó “de grande” en la NBA, con 35 años, en 2012. Legendario base argentino, jugó en New York, Houston y Los Ángeles Clippers.
Acumuló 946 puntos y 765 asistencias entre los tres equipos, y tras su retirada siguió vinculado a la liga más importante: es el actual entrenador asistente de Minnesota Timberwolves.
Nicolás Laprovittola, un paso fugaz pero sólido. El base fue a probar suerte a los Spurs en 2016 y se ganó un lugar en el plantel en base a constancia y sacrificio.
Fue compañero de Ginóbili y jugó 18 encuentros, en los que marcó 59 puntos.
Nicolás Brussino, el segundo salto directo de la Liga Nacional a la NBA. 16 años después de Wolkowyski, y tras brillar en Peñarol de Mar del Plata, “Nico” llegó a Dallas Mavericks, donde tuvo un buen año de estreno, aunque sin mucha continuidad.
Luego pasó a Atlanta Hawks, pero no tuvo lugar. En total, el escolta disputó 58 partidos y sumó 150 puntos.
Patricio Garino, premio al esfuerzo. El marplatense arribó en abril de 2017 a Orlando Magic, después de realizar la pretemporada en 2016 con los Spurs.
Solo jugó cinco partidos, pero pudo cerrar la temporada en Orlando y darse el gusto de moverse entre los mejores.
Campazzo y Bolmaro, ilusión renovada. Campazzo tuvo esta semana su estreno en el torneo más poderoso del planeta con la camiseta de Denver Nuggets. La llegada del base cordobés a la NBA era muy esperada por su vistoso juego y su enorme talento.
“Facu” reavivó la llama de los amantes del deporte por seguir la NBA e inscribió a los Nuggets como el nuevo equipo a alentar por los argentinos.
Bolmaro, en tanto, fue seleccionado en el draft de 2020, aunque seguirá por un tiempo en Barcelona, por lo que habrá que esperar para verlo en cancha en la liga norteamericana.
El siglo XXI le dio al país la posibilidad de ver a talentos argentinos en la poderosa NBA, con todo lo que eso significa. Los movimientos que se generaron en los últimos meses del 2020 representaron el renacer del imán hacia la naranja.
¿Hasta dónde llegarán Campazzo y Bolmaro? ¿Habrá más argentinos en la liga más importante del mundo en el corto plazo? ¿Qué lugar pasará a ocupar el básquet en Córdoba y en Argentina con este envión?
Informe de Jorge Mercado.
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