Cacho Buenaventura: “No soy actor; soy gracioso y suertudo”

Luis Eduardo "Cacho" Buenaventura se prepara para un desafío: prepara por primera vez un show virtual por streaming por las imposibilidades que trajo el coronavirus.

En conversación con Cadena 3, el capocómico expresó que no es "actor ni humorista", sino que es simplemente "un tipo gracioso".

"Yo heredé eso de mi madre. No soy humorista, actor; soy gracioso. Y suertudo; me llamo Buenaventura. Mucha gente me hace saber estas cosas. 'Fui a Brasil y te escuché', 'tuve una situación de salud y te oí", valoró.

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“Cacho” destacó que su esposa desde hace 31 años, Stella, es quien contribuye a un tipo “realizado, orgulloso y contento”. También remarcó que sus siete nietos siempre le expresan el cariño que le tienen, algo que él no pudo hacer como le hubiera gustado.

“Mi mujer me hizo ver una fuerza que yo no supe que tenía, hasta que cada vez que me caí me dijo que tenía la fuerza suficiente para ponerme de pie. ‘No me gusta verte caído, me gusta verte parado’, me decía. Hay gente que me pregunta cómo me puede querer tanto”, expresó.

Cada vez que me caí, mi mujer me hizo saber mi fuerza

Para el artista fue “muy duro el desarraigo” que sintió por dejar de vivir en Cruz del Eje, por lo que no quiso irse lejos nunca. Contó que lo quisieron llevar a Buenos Aires o a “cantar boleros a Los Ángeles”, pero que volvió a su localidad las veces que lo necesitaba. Es por eso que se quedó a vivir en Carlos Paz, “porque es más tranquilo y lento”.

Sobre su forma de hacer humor, amplió: “Soy gracioso, un conversador natural. A veces estoy hablando en serio y la gente me sigue. Yo contaba de la terapia intensiva, como la veía y la gente me lo seguía y ahí surgió un monólogo”.

A veces estoy hablando en serio y la gente me sigue

Acerca de esa última línea, recordó que le hicieron la extremaunción durante una de las pancreatitis que sufrió, pero afirmó que él “necesitaba hacer reír” a su gente.

Y rememoró esos momentos difíciles: “Me estaba yendo y de repente una noche dije ‘no me voy a ir ni bosta’. Con el cura, el padre Juan, hablamos de Dios y del amor. Le dije que estaba enojado con Dios porque se había olvidado de mí. Ahí me dijo que él no se olvida de la gente que hace reír, porque son instrumentos de la alegría necesaria en la tierra”.

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El humorista subrayó que eso lo hizo reírse de sí mismo, que a él no le gusta reírse de la gente, sino que prefiere que la gente vaya al espectáculo y ser rían con él, “de todos, de estupideces”. 

Para Buenaventura, “todos tienen una historia para contar, pero nadie los escucha”.

Sobre su próximo show, apuntó que el desafío es “traspasar la pantalla”: “Está bueno tener este formato. Yo soy de mediados del siglo pasado y he pasado por cosas peores, la vida me puso a prueba permanentemente. Esta será otra prueba. Está bueno estar contentos, celebrar que estamos vivos”.

El espectáculo será el próximo viernes 31 de julio a las 22. Las entradas cuestan $450 y se pueden obtener en el sitio donde se transmite, Plateanet.