Informes de La Previa
25/11/2023 | 16:00
Redacción Cadena 3
Gabriel Rodríguez
Audios
D10S
Este texto fue publicado originalmente el 30 de octubre de 2020, en el cumpleaños 60 de Diego Maradona
“En una villa nació…”. El 30 de octubre de 1960, en el policlínico Evita de Lanús, Dalma Franco, más conocida como doña Tota, dio a luz a su quinto hijo, el primer varón, de su matrimonio con Diego Maradona, Chitoro o don Diego para el mundo del fútbol. Lo bautizaron Diego Armando.
¡Felices 60 Diego! Gracias por tanto.
Y creció en los rumores de Villa Fiorito, en sus calles aprendió a caminar, a correr detrás de una pelota que picaba despareja como la vida misma. Y luego comenzó a hacer magia. Muchos dicen que para entender a Maradona, hay que visitar su casa en Fiorito, en el medio de un barrio privado… de luz, de agua, de teléfono.
Y tal vez tenga razón porque su casa de la infancia tiene la precariedad de un pesebre, y para el mundo del fútbol casi que tiene el mismo significado, porque ahí nació Dios para muchos. Tuvo el póster de Bochini en su pieza, fue su ídolo y de chico hincha de Independiente, y ambos coincidieron sólo una vez para el mismo lado: apenas unos minutos en el Mundial de México.
El tucumano Jorge López fue su compañero en aquel Argentinos Juniors de 1976 y con 19 años presenció el debut del mejor jugador de todos los tiempos: “Hablar de Diego es palabra mayor. Lo que él fue en el fútbol, yo creo que ningún otro jugador va a ser parecido. Uno que tuvo la suerte y el privilegio de jugar con él, de estar en su debut, en esos momentos pensaba que ese partido no iba a tener trascendencia...”.
Sus orígenes en aquella Fiorito le dieron herramientas que empleó en el futuro, como el potrero o la picardía. Sin embargo, la falta de educación y su personalidad impulsiva le jugaron en contra a lo largo de su carrera. Hijos no reconocidos, agresiones a periodistas, excesos y adicciones generaron indignación en un sector que no siente la misma pasión por el fútbol.
Siempre se dijo que un año de Diego, equivale a al menos dos o tres de cualquier mortal. O sea, lo que tiene por hacer un hombre que si a los 20 vivió 40 y a los 60, unos 80, es disfrutar el hecho de ser Maradona, sin necesidad de ponerlo a prueba todos los días.
Escribir sobre la vida de Maradona no es fácil. Su idolatría como jugador, su renacimiento en la función de entrenador y las constantes polémicas que protagonizó en el ámbito privado generan una ambigüedad que no siempre se puede expresar.
Hizo de todo. Hasta cantó. Con Eddy Grant, cantó tangos, vals, con Pimpinela y bastante bien.
Con el nombre de Maradona se hizo también de todo. Fue la figura promocional de una campaña contra las drogas en 1984; se imprimieron monedas evocativas con su figura, fue furor el “Alfajor Dieguito Maradona”, se crearon historietas animadas con su imagen, hubo una línea de perfume Maradona y hasta sus fieles seguidores crearon una parodia de religión a la que llamaron “iglesia maradoniana”.
Es el mayor ídolo popular de la historia argentina. Amado por muchos, odiado por otros, pero a nadie le es indiferente. Es la medida de todas las cosas futbolísticas, un jugador excepcional, con un talento único, un guerrero, un líder y no sólo en la cancha, también para generar polémica y meterse en problemas, y el talento para gambetearlos y salir jugando, incluso cuando se lo dio por muerto.
Diego es parte de la historia nuestra porque todos conocemos parte de su vida, recordando algún gol o utilizamos frases suyas como parte del vocabulario cotidiano. Su sueño era jugar un mundial, un día le cortaron las piernas, tuvo una relación compleja con las drogas, se equivocó y pagó.
El “Tata” Martino fue compañero del “10” cuando volvió al país para jugar en Newell’s y recuerda con nostalgia aquel 1993. “Seguramente Diego fue, es y será uno de los mejores tres futbolistas de la historia. Nosotros tuvimos la posibilidad de compartir un tiempo con él y vivir la revolución que provocó en Rosario”, rememoró en diálogo con Cadena 3.
Martino agregó que Maradona “siempre será una gran referencia en el fútbol mundial, y los argentinos tenemos que estar muy orgullosos de haberlo tenido”.
Es el ejemplo más extremo de cuán contradictorios somos los seres humanos y hasta un espejo que nos devuelve esa imagen que no nos gusta pero que realmente somos.
Como técnico sigue generando pasiones extremas como cuando jugaba, porque se retiró en 1997 pero aún hoy, donde va, revoluciona todo y modifica tiempo y espacio.
Es la mejor representación del fútbol – mito y leyenda unidos que se hace uno en un hombre irrepetible. Referente eterno de mi gusto por el fútbol, que muchos años después de su retiro como jugador y salpicado por una personalidad paralela e ineludible, llenó mis noches de sueños, de gambetas, picaditas, tacos, tango, aquel potrero humilde que se hizo hombre con una pelota en los pies.
Su compadre Daniel “La Rana” Valencia nos comparte un sentimiento de amistad, familiar en un gran saludo para Diego: “Feliz cumpleaños compadre. Me pongo a pensar como ha pasado el tiempo, me acuerdo de tu debut como si fuera ayer, y esa linda amistad que hicimos en la concentración para el mundial ‘78. Qué increíble todo lo que pasó. Diego, para mí usted siempre va a ser el número 1, y va a estar siempre en el corazón de todos los que nos gusta el fútbol”.
Sesenta años después, me quedo con ese nene que ya sabía que quería salir campeón mundial. Me quedo con el debut en 1976, al que parecen fueron casi todos los que hablan de él, con los goles a un Gatti sobrador, me quedo con el gol al Pato Fillol en 1981, con el golazo a los ingleses, con la mano de Dios, con la “10” de Belgrano, con la de Newell’s, con la de Boca. Todos fuimos un poquito hinchas de Barcelona, de Napoli, de Sevilla. Me quedo con el tobillo hinchado de tanta patada por tanto fútbol, por defender como nadie la celeste y blanca, con “La Noche del 10” que reventó la pantalla de rating y con su regreso al país para dirigir.
Maradona ha sido Dios y diablo, blanco y negro, un mito que se alimentó de ambos. Único, enorme, políticamente incorrecto, artista con el balón, errático en la vida, enfermo, ídolo, padre, hombre, argentino.
¡Feliz cumpleaños Diego! Gracias por tanto.
Te puede Interesar
Diego eterno
Sus hijos, clubes, ex jugadores, todos se sumaron con sentidos mensajes en un nuevo aniversario de su fallecimiento.
Un nuevo aniversario
Falleció a los 60 años tras una insuficiencia cardíaca crónica que derivó en un edema de pulmón, en su casa de Tigre. Un brevísimo repaso de su vida.
Copa de la Liga
“El Lobo” jugará ante el “Taladro” en el Florencio Sola desde las 18hs con el arbitraje de Facundo Tello.
Copa de la Liga
Todos los partidos se jugarán en simultáneo, desde las 18, donde se definirá el descenso que resta (ya se fue Arsenal por la tabla de promedios).