Informes de La Previa
11/08/2019 | 16:09 |
El base del Madrid y la Selección pasa un momento inmejorable en su vida y su carrera. A punto de ser padre, se ilusiona con el Mundial de China. "Trato de mejorar cada día", dijo a Cadena 3. Escuchá.
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Por Guillermo Panero.
Le tiene miedo a los aviones, a los que les cuesta subirse. Cuando hay turbulencias, suele agarrarle la mano a quien tiene al lado. Le da temor la oscuridad, y deja el televisor prendido para poder relajarse y dormir tranquilo. Sufre muchísimo con las alturas, y le da miedo hasta subirse al aro para cortar las redes en un festejo de un campeonato.
Son sólo excepciones en un jugador excepcional. Porque Facundo Campazzo está lejos de ser un jugador y una persona miedosa. A los 28 años, el base del Real Madrid y de la Selección Argentina no deja de romper barreras y se encuentra a poco tiempo de dos grandes desafíos para su carrera y su vida: el Mundial de Básquet, que lo tendrá como gran protagonista de la Selección; y ser papá por primera vez de una nena que nacerá en noviembre.
Siempre fue un cabeza dura y un jugador que no se achica ante las situaciones difíciles. Así ocurrió a los 16 años cuando se fue de Córdoba a Mar del Plata para jugar en Peñarol, pese a que tenía otras ofertas de clubes de su provincia. Tras triunfar en el Milrayitas, donde fue campeón y figura, viajó a España para sumarse al Real Madrid. Durante tres años no tuvo lugar en el Merengue y debió irse a préstamo a Murcia para poder jugar y seguir creciendo.
La actualidad de Facu es totalmente distinta. Hoy es titular indiscutido del Madrid, el equipo más importante de Europa. Allí consiguió numerosos títulos y fue elegido el Mejor Jugador de las finales de la última liga española. Desde la próxima temporada, compartirá plantel con Nicolás Laprovittola, MVP de la fase regular de la Liga y un amigo y socio en la Selección Argentina desde hace muchos años.
"Cada paso que me tocó dar, en cada etapa en la Selección, Peñarol o Murcia, lo viví de la mejor manera, tratando de aprender y mejorar día a día. Mejoré y cambié mucho. Busco cada día agregar cosas a mi juego, sumar cosas al equipo. Ser MVP fue la frutilla del postre, me sentí muy bien este año, con mucha confianza, di un salto en el juego, en lo táctico y en lo técnico", destacó en diálogo con Cadena 3.
Sobre su relación con Laprovittola, expresó: "fuimos compañeros en la Selección y fantaseábamos con jugar juntos, pero nunca creímos que iba a ser en el Real Madrid. Es un sueño."
Juntos, Laprovittola y Campazzo consiguieron con la Selección la medalla dorada en los últimos Juegos Panamericanos. Pero detrás del éxito del cordobés, hay secretos que lo llevaron a ser más profesional y mejor jugador. Uno de ellos es un anillo que usa al dormir y le controla la calidad de su sueño. Otro es la paleodieta, una rutina de comidas muy particular, que le exige alimentarse sólo dos veces al día y dejar de lado las harinas, los lácteos y el azúcar.
Gracias a esos cambios en sus hábitos, Facundo, que llegó a ser calificado como “un base con panza” por Manu Ginóbili, comenzó a sentirse más flaco, rápido y fuerte y su rol en el Madrid fue ganando cada vez más protagonismo. Pero el cordobés siempre pensó que es necesario un equilibrio. Por eso, aunque mantiene una dieta estricta, sí se da sus gustos en otros aspectos, como la Playstation, de la cual se considera un fanático.
El deportista relató que juega online con el jugador de la selección de voley Luciano De Cecco y con Diego Simonet -del seleccionado de handball-, cada uno desde la ciudad en la que está. A su vez, su hermano, Marcelo, contó a Cadena 3 que la madrina de Facundo le regaló la Playstation cuando era chico pero que él no lo dejaba jugar, porque le ganaba con sus amigos. "Al tiempito ya no le podíamos ganar", dijo entre risas.
Además de relacionarse con De Cecco y Simonet, Facu también se habla con los dos Paulos más famosos de Córdoba: Dybala y Londra, con quienes compartió distintos eventos en los últimos tiempos.
Al respecto, detalló: "Con Paulo Dybala intercambiamos tuits y nos mandábamos mensajitos. Estuve en un partido a beneficio que organizó en Laguna Larga, ser cordobeses ayuda al contacto. A Londra le gusta el básquet, nos seguimos en las redes e intercambiamos mensajes. Lo invité a que venga a ver un partido contra Uruguay, se prendió de una. Los dos son personas súper sencillas que su humildad los hace muy grandes. No pasa más de ese contacto".
En el horizonte de Campazzo se vislumbran grandes retos que el cordobés piensa afrontar con la templanza y la personalidad que lo caracterizan. En pocas semanas, Facu intentará llevar a la Selección lo más lejos posible en el Mundial de China, con el claro objetivo de clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
"Venimos entrenando muy bien, con mucha energía. Superamos las expectativas en los entrenamientos, con buen trabajo de juego. Necesitamos que cada uno aporte su liderazgo para el bien común. Queremos clasificar a las Olimpiadas y sabemos que no va a ser fácil, pero nos preparamos de la mejor manera", adelantó.
Tras volver de China, partirá inmediatamente a encontrarse con su esposa, ya que en noviembre se espera el nacimiento de Sara, la primera hija de la pareja y también la primera nena en toda la familia Campazzo.
Campazzo señaló que se pierde dos meses de los tres que quedan para que su hija nazca. Consideró que es "la parte difícil", porque le gusta vivir estos procesos con ella en cada momento, pero destacó que está muy contento.
Consuelo, su pareja, expresó a Cadena 3: "Con Facu estamos más que felices con que llegue Sara; tenemos curiosidad de cómo será este rol como padres. Como primerizos será divertido y caótico. Va a ser sin dudas el mejor papá del mundo".
"Estoy feliz con la llegada de Sarita, mi primer nieta niña. Tengo dos hijos maravillosos y estoy muy feliz de todo lo que le está pasando", agregó la mamá del crack.
Aunque tiene estos objetivos a la vista, seguramente en poco tiempo se pondrá otros en su mente. Probablemente, uno de ellos sea la NBA, un sueño que mantiene desde chico, aunque ya no lo obsesiona como hace algunos años.
En ese sentido, explicó: "No es que no me mueve la NBA, sigue siendo un sueño, un objetivo a largo plazo. Ahora no me obsesiona tanto, lo tomo con tranquilidad. Por eso renové tres años con el Madrid, me quedan dos, si bien está la clausula de recisión. Siento mejor el día a día".
Puede ser la NBA, un cambio en su dieta, ser padre o jugar en la Selección. Sea el desafío que sea, Facundo Campazzo los enfrenta y con su insistencia generalmente los termina consiguiendo. Así también juega en la cancha, con una personalidad que intimida a los rivales y contagia a sus compañeros.
De ser el base revulsivo, petiso y gordito que prometía, se transformó en titular y uno de los referentes de la Selección que buscará seguir haciendo historia en el Mundial de China. Luego de eso, sólo él sabe cuál otro reto se cruzará en su vida. Pero de algo podemos estar seguros:con su espíritu único, allá irá Facu, el chico que se fue de su casa con una pelota naranja y muchos miedos, pero que poco a poco fue cumpliendo sus sueños, tanto en su carrera como en su vida.