El camino de Gabriel Hauche.

Informes de La Previa

Gabriel Hauche, el gran líder de un Argentinos que ilusiona

30/11/2019 | 14:22 | "El Demonio" atraviesa uno de los mejores momentos de su carrera. Es el goleador del "Bicho" y sueña con ganar la Superliga.

Raúl Monti

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El camino de Gabriel Hauche.

Nació en Remedios de Escalada pero creció y se formó en Temperley, donde vivió la mayor parte de su vida.

Tranquilo y de perfil bajo reniega del apodo adquirido hace tantos años, es que no se encuentran muchos rasgos de “demonio”. No se caracteriza por ser extravagante sino más bien sencillo, no tiene tatuajes ni usa aros como sí lo hacen la mayoría de los futbolistas en estos tiempos.

Jugador de fútbol, profe de Eduación Física y DT recibido, es también el jugador con más goles en el estadio que lleva el nombre de Diego Armando Maradona.

Hablamos de Gabriel Hauche, capitán, goleador y líder del sorprendente Argentinos Juniors que se encuentra en lo más alto de la tabla.

Gabriel comenzó a correr detrás de la pelota a los 5 años, en El Fogón, de Mármol. Después siguió su recorrido en Almafuerte, un club más cercano a su casa.

Por aquellas épocas, Gaby era un alumno aplicado del Colegio Alfa de Adrogué y su gran desafío personal era conquistar a los cazatalentos de Temperley, el club de sus amores.

En el verano de 1998, fue junto a unos compañeros a probarse en el Gasolero y quedó seleccionado pero la doble escolaridad de su colegio le impedía entrenar en los horarios señalados. Completamente decidido a no perder su chance, al año siguiente decidió dejar inglés y se sumó a las inferiores de Temperley.

En las canchitas polvorientas del club, Walter Céspedes, lo cambió de lugar en la cancha y no se equivocó. Gabriel, fanático de su tocayo Batistuta, pasó de jugar de centrodelantero como su ídolo a ubicarse un poquito más atrás en la cancha.

Más alejado del área supo hacer buen uso de su velocidad y con el tiempo se ganó el apodo de “Demonio”.

De la mano de Mario Finaroli debutó en primera el 17 de octubre de 2004 frente a Deportivo Armenio. Ya con Salvador Pasini en el banco, encontró su lugar definitivo en el equipo y su nombre comenzó a trascender las fronteras del barrio.

Con el Celeste, que por aquellos años militaba en la B Metro, se quedó a las puertas de conquistar el campeonato. Sin embargo, sus goles lo pusieron en agenda de Argentinos Juniors que sería su próximo destino.

Fue un salto grande. De repente, en La Paternal había más indumentaria y mejores canchas, los compañeros eran conocidos y todo adquiría otra trascendencia.

Como Gaby llegaba a préstamo sabía que tenía poco tiempo para demostrar sus condiciones pero no se achicó.

Mientras cursaba el profesorado en Educación Física, debutó con la camiseta del Bicho en un partido frente a Nueva Chicago por el Apertura 2006 y unos días más tarde marcó su primer gol contra Lanús.

Con el paso del tiempo se volvió titular indiscutido y le aseguró al Bicho un promedio de 5 goles por torneo. Hasta que en el apertura 2009, se desató marcando diez tantos en 19 partidos y poniendo su nombre en boca de todos, incluso de Diego Armando Maradona que lo convocó para la Selección local.

En enero del 2010, Claudio Vivas -entrenador de Racing- declaró que necesitaba a Hauche para armar un plantel que pudiera escapar del descenso y pelear más arriba. La dirigencia lo escuchó y le cumplió el deseo.

Apenas llegó a la Academia, Gabriel se convirtió en el máximo goleador del equipo. Mientras marcaba goles a montones con la casaca celeste y blanca, Hauche realizaba las prácticas del profesorado en un Galpón Cultural de Claypole y en la Escuela Nº 6 de Adrogué.

En la primera clase en el colegio, un estudiante le dio la bienvenida con cantitos que anunciaban que Racing se iba a la B. Entonces, el goleador de la Acadé les aclaró que no estaba en la escuela para hablar de fútbol y que para ellos era simplemente el profe Gabriel.

Después de las prácticas, recibió su primer título: el de profesor de educación física y se lo dedicó especialmente a sus padres, Gabriel y Liliana, quienes sembraron en él la semillita del estudio.

A tres años de su llegada a Avellaneda, apareció la chance que estaba esperando. El Chievo Verona italiano lo invitó a sumarse a sus filas y Gaby partió entusiasmado con la oportunidad de llevar sus goles al fútbol europeo.

Sin embargo, las cosas no salieron como él esperaba. Al cabo de los primeros seis meses en Italia sólo había disputado un partido y supo rápidamente que lo mejor era armar las valijas para regresar.

De vuelta en el país, formó parte del plantel que le devolvió la alegría a los hinchas de Racing permitiéndoles festejar un nuevo campeonato tras 13 años de sequía. 

Con Diego Cocca en el banco y Milito en el campo, Racing peleó palmo a palmo el campeonato con River y se adjudicó el título recién en la última fecha frente a Godoy Cruz de Mendoza.

Para Gabriel fue un festejo agridulce porque una serie de lesiones lo mantuvieron alejado de la cancha en varios partidos. Sin embargo, el día de la consagración pudo ingresar en el segundo tiempo para gritar campeón por primera vez en su carrera.

Apenas unos días después de la consagración, se embarcó en su segunda aventura en el exterior pero, estaba vez, el destino fue México. Tijuana se convirtió en su primera escala, allí jugó las temporadas 2015 y 2016, convirtiendo 14 goles en 62 partidos.

Posteriormente, cruzó México de norte a sur y recaló en Toluca en busca de nuevos desafíos. Desafortunadamente, se encontró con lo que menos esperaba: una lesión de ligamentos cruzados en su rodilla derecha lo mantuvo fuera de las canchas largos meses.

Ya recuperado de la lesión, a mediados del 2018, dejó México con rumbo a Colombia para jugar en Millonarios. Allí se encontró con Miguel Ángel Russo y con su fútbol. Jugó casi siempre y marcó tres goles.

A comienzos del 2019, le picó el “bichito” y decidió volver a casa para su segunda etapa en Argentinos Juniors. A diez años de aquel Apertura 2009 en el cual deslumbró a propios y extraños con su excelente nivel, hoy demuestra su vigencia con goles importantes.

A pesar de que mejoró su situación económica, sigue viviendo en el sur de Buenos Aires. Se mudó de Temperley a Adrogué, pero de vez en cuando aparece por su barrio y se sienta en la plaza a mirar a la gente pasar.

Admirado por muchos, tiene una cuenta en Twitter que lo sigue hace años, se llama el “Fan de Hauche” y destaca datos coloridos de la trayectoria del delantero. Pero no sólo posee seguidores en las redes, el propio Alberto Fernández mostró su simpatía por el jugador del Bicho.

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A los 33 años, es una de las claves del conjunto dirigido por Dabove que a fuerza de buen fútbol aparece en lo más alto de la tabla. Pero la importancia de Hauche no reside solamente en sus goles sino en su influencia positiva como capitán y líder en el vestuario.

Se considera un jugador terrenal hecho a base de sacrificio pero los números no mienten: nadie convirtió más goles que él en el estadio Diego Armando Maradona. Y todavía tiene tiempo para seguir soñando…