Grandes del Deporte
17/07/2021 | 14:01 | Cada 17 de julio se celebra el Día del Automovilismo Deportivo en Argentina en conmemoración al mejor piloto de la historia del país, que falleció ese día de 1995. Nuestro homenaje.
Jorge Parodi
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Juan Manuel Fangio: leyenda mundial y campeón inmortal
Juan Manuel Fangio es un mito inmortal, una leyenda mundial, un adjetivo calificativo.
El “quíntuple” nació en Balcarce, era hijo de inmigrantes italianos.
Desde su niñez abandonó los estudios para dedicarse a la mecánica automovilística y -sin que su padre lo supiera- comenzó a participar de competiciones no oficiales.
No tenía auto, entonces un amigo de Balcarce le pidió prestado un vehículo a su padre y lo consiguió: ¡era un taxi!
En 1938 debutó en Turismo Carretera.
En 1940 pasó a competir con Chevrolet y se consagró campeón en 1941 y 1942.
Una de las rivalidades más destacadas de la historia del automovilismo argentino fue Fangio-Gálvez, que a menudo fue comparada con la de River-Boca.
A comienzos de la década del '40, a pesar de que existían otras marcas de automóviles, Chevrolet y Ford se consolidaron en el mercado y desplazaron a las demás.
Desde ese momento, Fangio se convirtió en sinónimo de Chevrolet y los hermanos Gálvez, de Ford
Los Gálvez representaban a los "pitucos" porteños.
Juan Manuel Fangio era el símbolo del muchacho del interior, humilde, sacrificado.
En 1947, con la colaboración del Gobierno argentino, comenzó a participar en los Grandes Premios del continente europeo.
Desde 1947 a 1958, compitió en Grandes Premios de manera oficial para las marcas Mercedes Benz, Maserati, Alfa Romeo y Ferrari obteniendo cinco títulos mundiales y dos subcampeonatos.
Fangio logró 24 victorias, 35 podios, 29 pole positions y 23 vueltas rápidas en 51 Grandes Premios.
Mantuvo durante un extenso período el récord de más títulos en Fórmula 1 hasta que fue desplazado por Michael Schumacher en 2003.
Fue el campeón más longevo de la historia (46 años y 41 días).
Es que Fangio corrió su primera carrera en Fórmula 1 a los 36 años, edad en que la mayoría de los pilotos de esa especialidad, deja de correr
Suele decirse que en las carreras de automóviles, el factor decisivo es la máquina. Fangio lo desmintió totalmente ganando cuatro de sus cinco campeonatos con autos de distintas marcas: Alfa Romeo, Mercedes Benz, Ferrari y Maserati.
Víctima de un grave accidente en Monza en 1952, estuvo dos temporadas alejado de los autódromos; una vez recuperado, se proclamó campeón del mundo en 1954 (Maserati y Mercedes Benz), 1955 (Mercedes Benz), 1956 (Lancia-Ferrari).
El Gran Premio de Alemania de 1957 es considerado por muchos como la mejor carrera de la historia de la Formula 1.
Con su Maserati 250 F, Fangio logró sacarle 30 segundos de ventaja a las Ferrari de Hawthorn y Collins, pero por contratiempos en su detención en boxes, en la vuelta 12 de las 22 previstas, le hicieron perder esa ventaja y 48 segundos adicionales, una diferencia que se estiró a 51 segundos un giro más tarde.
En esas 9 vueltas restantes, Fangio se olvidó de su precepto, ganar a la menor velocidad posible, y batió varias veces el récord de vuelta, bajando inclusive el de la pole position que él mismo había marcado.
Para reducir las diferencia Fangio apeló a derrapes controlados para no bajar la velocidad en las curvas, entrando a ellas a 15 o 20 km/h, encima de lo habitual, el uso de una marcha más arriba de la normal (para que no caigan demasiado las revoluciones del motor) y el corte de la curvas rozando los ligustros que delimitaban la pista.
En un final vibrante, emotivo, increíble Fangio pasó a las Ferrari en la última vuelta.
Después de tres horas y media de carrera se impuso por 3 segundos 6 decimas.
El soporte de la butaca estaba roto y se sujetaba en el cockpkit con las rodilla, mientras la suspensión delantera se había bloqueado.
Así y todo ganó. Con esa victoria obtuvo su quinto campeonato Mundial, una marca que tardó 45 años en ser superada.
Luego de un secuestro en Cuba en 1958, obtuvo su última victoria en febrero de ese mismo año en el Gran Premio de Argentina, a los 46 años de edad, y se retiró de la competición unos meses después.
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A la hora de las anécdotas, Juan Manuel Fangio alguna vez contó:
“Cuando yo fui a Europa, había muchos circuitos parque, esos que ahora se llaman circuitos callejeros. Para mí eran todos nuevos y no se usaba ensayar demasiado: había que cuidar los motores para la carrera y no se hablaba aún del coche "muleto", el de reserva. Eso lo conocí recién en 1954, con Mercedes Benz. No había tiempo para adaptarse, para conocerlo bien. Entonces, lo que yo hacía era recorrerlo de noche, cuando quedaba abierto al tránsito normal. Le daba vueltas y vueltas, me iba a cenar, me acostaba, ponía mis manos detrás de la nuca, entrecerraba los ojos y empezaba a girar en el circuito, curva por curva, muchas vueltas. Así me quedaba dormido. Al otro día andaba como si hubiera corrido un montón de veces".
Fangio conservaba todavía pasados los 80 años –vivió 84- los mismos amigos que tenía desde la época en que en su pueblo de Balcarce soñaba con ser corredor.
Fangio, el mito, la leyenda mundial, el hombre que llevó el nombre de argentina por el mundo.
"El Chueco" es una leyenda mundial, un campeón inmortal.
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