La idea del “Belgralleres” o el día que quisieron unir los dos clubes.

Informes de La Previa

La idea del “Belgralleres”

31/05/2020 | 14:14 | En 1981 y 1984, Talleres y Belgrano, con Nuccetelli en el centro de la escena se reunieron para buscar puntos en común y unir a los dos clubes. Esa nueva institución se iba a llamar Club Atlético Córdoba.

Gabriel Rodríguez

Audios

La idea del “Belgralleres” o el día que quisieron unir los dos clubes.

Fusión. Según la Real Academia Española, es la unión de dos o más cosas diferentes formando una sola; especialmente ideas, intereses o agrupaciones.

¿Se hubieran imaginado que hace 39 años Talleres y Belgrano tuvieron conversaciones para plasmar esa idea? Sigamos el juego. ¿Cómo sería hoy ese club? ¿Se llamaría Club Atlético Córdoba, como pretendían los interesados? ¿Tendría fundidos los colores celeste, azul y blanco? ¿Jugaría en el Gigante o en la Boutique? ¿Se hubieran armado grandes equipos? ¿Los hinchas serían los Piratas Matadores? ¿Nunca hubiera existido la final del ’98? ¿Jamás Zielinski hubiera hecho historia en la cancha de River?

Vaya uno a saber, pero los memoriosos recuerdan que ese visionario que fue Amadeo Nuccetelli no dejaba nada librado al azar. Corrían los últimos días de mayo de 1981, y el “Pelado” le dejaba entrever a su par Celeste, Carlos López Villagra que había que pelear juntos ante las grandes esferas porteñas, hacer un frente común y no sólo institucional, sino deportivo.

Los antagonistas de pantalón corto se habían enfrentado en febrero, en el Estadio Córdoba el 3 de febrero con un 0 a 0 que marcó en el albiazul los debuts de Cucciufo y Baley.

Con el paso del tiempo, la no noticia se convierte en mito. ¿Pero lo fue? A juzgar por lo que cuenta Humberto Rafael Bravo, artillero albiazul en 1981, no lo fue. El ‘Tigre’ admite que conocía del tema porque se habló.

“Recuerdo que algo se habló pero pasó. No se habló más y quedó ahí. Decían algo de la unión y hacer un solo club”, recordó a Cadena 3.

Informe confidencial publicó la revista El Gráfico, cuya nota se tituló “La fusión Talleres – Belgrano”. En el texto informaba que las gestiones se iniciaron luego de que se cristalizara la vuelta de José Omar Reinaldi, de la T a la B, que el nombre elegido era Club Atlético Córdoba y que hasta se podía sumar Juniors o Universitario. Al respecto, José Arata, histórico presidente de la “U” reconoció lo de Talleres y Belgrano aunque recalcó que su club estuvo más cerca de unirse al conjunto de Alberdi.

“Universitario no estaba en ese tema. Sí me acuerdo que cuando Hugo Taboada era presidente de la U y Escuti de Belgrano se hablaba de una fusión entre esos dos equipos. Luego quedó sin efecto”, destacó.

Las fusiones fueron un hecho casi común durante la década del ’80 en Córdoba, porque aquella fiebre de que la unión hace la fuerza nació con Palermo y Lavalle formando Unión San Vicente precisamente en 1980. Continuó en 1982 con Huracán y Argentino Peñarol, dándole forma a Alianza San Martín que duró sólo un año, en 1986 con Escuela Presidente Roca y Avellaneda, y la creación de Deportivo Colón, alianza que finalizó en 1998; y el Córdoba Athletic con Talleres también fue algo que no prosperó y así lo cuenta Mario Bevilacqua.

“Algunos jugadores decían ‘no me puedo fusionar con Belgrano. También se sabía que el Athletic quería fusionarse con Talleres para tener más disciplinas, pero a Amadeo no le gustaba, consideraba que era sólo fútbol Talleres”, graficó.

tyle="color: rgb(102, 102, 102); font-size: 14px;">Foto: Gustavo Farías

Para el periodista Emilio Molina Salas, la idea no terminó de enamorar porque cuando el rumor ganó la calle, el clamor popular decía ¡no! bajo un paradigma: la rivalidad no se negocia. De hecho muchos no lo tomaron en serio.

“Da la sensación de que esa idea no cuajó porque cuando trascendió y ganó la calle, los hinchas no lo vieron bien. La rivalidad pesó más de lo que pudo ser una visión empresarial de formar un gran club de la provincia para competir con los grandes del fútbol argentino”, resume.

Cuando López Villagra fue consultado por la prensa, tiró la pelota afuera asegurando que se trataba de una broma.

Y 1981 terminaba siendo un mal año deportivo, ambos eliminados prematuramente del Nacional, Racing ganándole a Belgrano el torneo local y Talleres acabando 14° de 18 equipos en el Metropolitano. Quizás por eso, en una entrevista periodística, Nuccetelli pedía no quejarse sino asimilar ese mal año como experiencia.

Hubo una segunda parte, tres años después. Era febrero de 1984 con ambos jugando Nacionales, Nuccetelli de un lado y un dirigente muy parecido en cuanto a inteligencia, ideas y grandeza como Walter Spengler del otro. Reuniones en el Crillón de Córdoba, en Rosario, en el Gran Buenos Aires de Capital Federal marcaban que la cosa había vuelto a escena.

En Talleres, Antonio ‘Pichi’ Fauro formaba parte de la delegación de Nuccetelli y recordó detalles de aquellos cónclaves como el sueño de la gran rifa de Amadeo, cuestión que desembocaría en una fortuna para encarar lo deportivo.

“Te dibujaba 20 palos verdes en una hoja de papel. No era deportivo. Hablaba de una rifa, juntar 20 millones entre los dos clubes y armábamos un gran equipo; traíamos a Pasarella. López Villagra no se prendió porque era más conservador", rememoró.

El colega Juan Rodríguez Brizuela hace memoria y también recuerda el nombre que sugirió Víctor Brizuela para esa fusión: “Belgralleres”.

“Pensaban cómo hacer para que nuestros clubes de la liga se posicionaran. Lo consultaron a Brizuela me acuerdo y por radio propuso que se llamara Belgralleres el equipo que representaría a Córdoba”, apuntó.

La prensa destacaba que en ese momento, el nuevo club pretendía participar del Metropolitano, certamen en el que sólo no estaba Belgrano pero sí Talleres, Instituto y Racing; y que la idea tenía el visto bueno de Julio Grondona, presidente de AFA.

En Belgrano, Guillermo Lencinas, quien junto a Hugo Gaggero, se movía a todos lados con Spengler, nos relató que su club era perseguido desde lo político y que la fusión no se hizo efectiva porque el hincha jamás iba a estar de acuerdo, no había consenso.

“Belgrano estaba perseguido mucho políticamente. Walter era muy inteligente, se juntó con el ‘Pelado’ Nuccetelli. Me parece que fue una inteligencia de Walter. Pero no prosperó, los hinchas no iban a estar de acuerdo”, describió.

Y no pasó nada. Pero sobre lo que hubiera sucedido, a la ‘Cata’ Miguel Oviedo se le hace imposible hasta pensarlo: “Es medio imposible que se puedan fusionar. Son dos instituciones muy fuertes, tienen su hinchada y hay una rivalidad manifiesta. Es como decir que se va a fusionar River y Boca”.

Los dirigentes no querían decir nada, no querían que se diga más nada pero la noticia o la no noticia ya había salido a la calle para el descontento de hinchas. En ese sentido, nuestro compañero Gustavo Gutiérrez quien continuó esta historia en 1984, sostiene que de un lado se sintieron traicionados.

“Se iba metiendo cada vez más en el sentimiento de equipos individualmente muy importantes, con un sentido de pertenencia en sí mismos superior al resto. Amadeo, con esa incursión de talleres en AFA, era un tipo que se adelantó al tiempo. Walter también se transforma en un generador de ideas y me parece que germinó en la mente de los dos”

Nilo Neder en El Gráfico informa que en Rosario, Victorio Nicolás Cocco, técnico de Belgrano, saludó en el mismo hotel donde estaba concentrando para enfrentar a Central a Nuccetelli. Pero Cocco dice desconocer la situación.

“No tengo la menor idea. Córdoba tiene un fútbol grande, con historia. Si le sacamos la pasión no sé qué pudiera pasar. Es muy difícil que el hincha pueda tomar eso a bien”, remató.

En ese mismo Nacional, Belgrano queda eliminado en cuartos de final tras caer ante River, porque el 2 a 0 a favor de la revancha en Buenos Aires no pudo tapar el 0-4 de Córdoba.

El periodista Ramón Gómez graficó la situación como un disparo al arco que no pudo pasar la barrera: “La idea nació y surgió de Amadeo Nuccetelli. Lo planteó entre amigos, dijo ‘qué lindo sería que fusionáramos Talleres y Belgrano’. La mayoría quedaron sorprendidos. Era un equipo grande para ir a pelear la Libertadores, copas, algún título. Algunos amigos le contestaron ‘vos creés que uno de Talleres se va ajuntar con uno de Belgrano’. Fue un ensayo”.

La columna de Nilo Neder es titulada en marzo de 1984 “La fusión no va a andar” y explica sintéticamente: “Los dirigentes… tienen la sensación de no haber hallado eco entre los adictos a los dos clubes, pese a lo ambicioso del proyecto”. Y así, el Club Atlético Córdoba o Belgralleres como sugirió Brizuela, murió antes de nacer.

Te puede Interesar

"Tallerazo"

El club de barrio Jardín transmitirá el partido, que significó el último clásico cordobés en la máxima categoría, desde las 16.15 por sus redes. Mirá como verlo. 

Donación de Órganos

El ídolo de Belgrano murió en 1993 y sus órganos salvaron y mejoraron la calidad de vida de seis personas. Su hermano Hugo recordó en diálogo con Cadena 3: "En medio del dolor nos hizo muy bien".

Mercado de pases

Según medios italianos, el club local está dispuesto a invertir 12 millones de euros por el 80% del pase. El delantero también es pretendido desde Europa por Sevilla y Valencia.

Dolor en el deporte

El ex volante de Independiente, Talleres y Platense, entre otros, padecía un grave tumor estomacal. Estaba internado en terapia intensiva. Tuvo una extensa carrera, con pasos por el exterior.