Messi no se iluminó en París

Lionel Messi jugó 67 partidos desde que llegó a París hace dos temporadas, cumplió con su cuota goleadora convirtiendo 29 goles y dio 31 asistencias, pero no provocó ningún momento inolvidable ni histórico. Si se va cuando termine el campeonato habrá sido un paso sin pena y con poca gloria.

Parece que fue ayer la conferencia de Messi despidiéndose del Barcelona, después de dos décadas, con más ganas de quedarse que de irse. Antonella alcanzándole un pañuelo para que secara las lágrimas. La voz quebrada y el deseo intacto de volver.

El 10 de agosto del 2021, el poderoso Paris Saint-Germain anunció con un video en sus redes sociales la contratación de Lionel Messi. El argentino llegó libre, con el pase en su poder y firmó por dos años con opción de uno más.

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Cuando Messi pisó Paris, los hinchas invadieron las calles de la ciudad de las luces. Las camisetas con el número 30 se vendieron de a miles. Las fotos inundaron las redes. Las especulaciones periodísticas empezaron a preguntarse cómo funcionaría el tridente con Neymar y Mbappé.

El primer partido del PSG galáctico, todavía con Mauricio Pochettino como entrenador, fue con Messi en el banco de suplentes. Casi una metáfora de lo que vendría. El equipo ganó sin despeinarse y confirmó las buenas sensaciones contra el City por la Champions, con gol de Leo incluido.

Como se esperaba, el PSG pasó fácil a octavos de la Champions, lideró el campeonato local y Messi ganó su séptimo Balón de Oro. Cerró bien el 2021, ganó la Copa América, viajó a la Argentina por las fiestas y las vacaciones, pero al momento de volver pasaron cosas.

Antes de que pegara la vuelta se confirmó que Messi había contraído Coronavirus y eso alteró los planes. En el comienzo del 2022 el Paris se quedó afuera de la Copa de Francia y después el Real Madrid lo sacó de la Champions en octavos, serie en la que Leo erró un penal en la ida.

El clima de euforia cambió rápidamente por silbidos, los hinchas sintieron el golpe y no les alcanzó que el equipo ganara la liga. Messi pasó a ser el centro de las críticas. Pochettino salió eyectado. Mbappe coqueteó con el Madrid. Neymar, como siempre, siguió en la suya.

Para la temporada 2022-23 el plantel del PSG no tuvo grandes cambios, lo más significativo fue la llega de Christophe Galtier como nuevo técnico. Lionel Messi, sin que nadie lo notara, se puso en modo Mundial. Los críticos dicen que usó al club como gimnasio para llegar bien a Qatar.

El 10 de la Selección transitó el primer semestre del año pasado a velocidad crucero. Marcó tarjeta, cumplió horarios y fue tachando los días que faltaban para cumplir el sueño de su vida. Messi cuidaba las piernas en Francia y tenía la cabeza puesta en Argentina.

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Todavía no lo sabían, pero el PSG terminaría pagando muy caro no haber ganado su grupo en la Champions porque después el sorteo lo mandó a jugar contra el Bayern Munich. Messi ya era campeón del mundo, pero en ningún momento alcanzó con su club el nivel que tuvo en la Selección.

Segundo intento en la Champions, segunda frustración. Es muy probable que la temporada termine con el PSG de Messi ganando la liga, de nuevo, pero no le alcanzará. El futuro parece cosa juzgada y todos los caminos conducen a Barcelona. ¿Volverá?