Perfiles de La Previa
14/03/2020 | 14:50 | "Teté" Quiroz regresa a Instituto en lo que es su tercer ciclo como entrenador de "La Gloria". Tiene 30 puntos por delante y de él dependerá el futuro del equipo.
Gabriel Rodríguez
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(Foto: @InstitutoACC)
No hay dos sin tres. Paulo Coelho escribe en su libro “El alquimista” que todo lo que sucede una vez puede que no suceda nunca más, pero todo lo que sucede dos veces, sucederá, ciertamente, una tercera, es decir, que no hay dos sin tres.
La vuelta de “Teté” Quiroz a Instituto puede enmarcarse en ello.
El tercer ciclo llega tras una decisión rara, porque no todos los dirigentes lo querían; un tanto incomprensible, por las formas que eligió en aquel 2005 de abandonar e irse por la puerta de atrás; y algo polémica porque sus últimos trabajos no fueron buenos.
Quiroz asume responsabilidades, admite que le gustan los desafíos y quizás sea éste un momento (con un equipo a sólo tres puntos del descenso al Federal A) tanto o más complejo del que vivió en 2005 cuando ni el “Chulo” Rivoira, ni Luis Garisto pudieron enderezar el cauce. Él, en apenas 15 partidos, logró con 9 victorias un 70% de los puntos depositando al equipo en promoción, la que ganaría fácilmente al Huracán del “Turco” Mohamed, el 10 de julio de aquel año, casualmente el mismo día en que Mauricio Caranta atajaba por última vez vestido de albirrojo.
“Y ya lo ve…, y ya lo ve… es el equipo de Teté”, bajó en un solo grito de las gradas de un Monumental que comenzaba a idolatrarlo. Y arrancó la siguiente temporada, las cosas no salían pero Quiroz tenía crédito.
El domingo 25 de setiembre de 2005 se cerró la fecha 8 del Apertura con la primera victoria de Instituto: 2-0 al San Lorenzo de Alfaro, con goles de Pilipauskas y Bergessio. Pero el crédito se acabó con un golpe de nocaut: un día después, le comunica al presidente Bobatto que se iba a Racing.
El aspecto económico, la trascendencia deportiva, su pasado como jugador allí y el vínculo afectivo pudieron más.
Blanquiceleste, la gerenciadora de Racing, hacía lo mismo que Bobatto hizo cuando llamó a Quiroz estando al frente de Huracán. Eso sí, había una diferencia: Instituto cumplió con Quiroz y en el Globo soportó un prolongado tiempo sin cobrar.
Un domingo dirigió a Instituto, al lunes siguiente comunica su salida y el martes asume en la Academia al que la Gloria enfrentaba… en dos fechas.
“Me tiene sin cuidado lo que piensen los demás” dijo sobre su actitud. Y todo vuelve. Al punto que en ese partido, la Gloria le ganó 3 a 2 en el Cilindro.
Su segundo paso en 2006 fue olvidable, con un Instituto en la B Nacional y una derrota clave ante Talleres 4 a 2 selló su suerte y con el mismo grito bajando de las gradas, aunque esta vez irónico, de guerra: “y ya lo ve… es el equipo de Teté”.
En su tercera etapa, tiene 30 puntos por delante y de él dependerá el futuro de Instituto.