Informes de La Previa
25/07/2020 | 14:39 | El 24 de julio de 2000, el mundillo futbolístico se estremeció al confirmarse el pase del siglo que se iba y del que venía: el portugués Figo dejaba el Barcelona para jugar en su eterno rival, el Real Madrid.
Gabriel Rodríguez
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Que 20 años no es nada
El año 2000 fue el último del Siglo 20 y del Milenio, un cambio de número que no volverá a producirse hasta dentro de casi mil años cuando del 2000 se pase al 3000. También fue el inicio del Siglo 21, siglo que empezó con la amenaza informática de que el mundo se iba a acabar debido al temido efecto 2000. Fue el año en el que Microsoft lanzó Windows 2000 y la Sony la Play Station 2. Fue el año de los Juegos Olímpicos de Sidney. ¿Pero qué pasó en el fútbol?
Hasta el año 2000, Boca estaba igualado con River en cantidad de Copa Libertadores, con dos cada uno. El Clausura 2000 lo ganó River en un torneo con tres cordobeses: Talleres, Instituto y Belgrano. El Apertura 2000 fue de Boca con un Talleres de gran campaña con 36 unidades y cuarto en la tabla. En la B Nacional, Huracán fue campeón y Jorge Ginarte ascendía con Los Andes a través del Reducido. Fue el año del inicio de las promociones, en donde la Gloria perdería la categoría frente a Almagro y Belgrano en dos electrizantes finales, se quedaría en Primera a costa de Quilmes.
En España, Atlético de Madrid descendió y Espanyol de Barcelona se consagraría campeón de la Copa del Rey. Sin embargo, ocurrió un hecho que escandalizó al mundo del fútbol.
"Fue una decisión difícil. Lógico, porque yo tenia todo e iba en una ventura y desafío. Pero iba con una seguridad de que quería más", declaraba años después Luis Figo.
¿Se imaginan que Messi, ese extraordinario jugador e ídolo del Fútbol Club Barcelona, se fuera a jugar a su eterno rival el Real Madrid? ¿O que en su momento, Cristiano Ronaldo siendo estrella del Madrid, hubiera decidido ponerse la camiseta del Barça?
Uno puede concebir que estos futbolistas de elite, idolatrados y símbolos de sus equipos, puedan ir a otro club en algún momento de su carrera. ¡Pero nadie en su sano juicio va a pensar que se irán a su eterno rival! Quizá otros jugadores, pero no un ídolo, un símbolo, alguien tan identificado con los colores de su club porque sería una pesadilla para sus hinchas, fanáticos, dirigentes, jugadores y por ahí… hasta para el mismo protagonista.
Aunque parezca increíble, eso ocurrió en el verano europeo de 2000. El 24 de julio, Luis Figo, ídolo y capitán del Barça fue presentado como refuerzo del Real Madrid.
"Tengo que dignificar al máximo el nombre del Real Madrid, y espero ser tan feliz como los años que he pasado en Barcelona", declaraba apenas arriba al "Merengue".
Aquella fue una de las negociaciones más complejas y sofisticadas diseñadas por Florentino Pérez, candidato a la presidencia del Madrid, empresario de la construcción y que anteriormente había perdido las elecciones. Su rival era Lorenzo Sanz, quien buscaba la reelección con la bandera de dos Champions, la séptima y la octava. Aprovechando el éxito deportivo y con la seguridad de un triunfo, Sanz adelantó las elecciones.
Pero algo pasó. En la radio, un periodista anunció que Florentino tenía atado a Figo, que llegaría al Madrid si él era presidente. Claro, esto fue desmentido por Figo. Aunque luego, el mismo Florentino diría que si ganaba las elecciones y el portugués no llegaba, prometía a los socios un año gratis de abono. Pérez estaba comprometiendo unos 30 millones de euros, que corresponden al dinero que el club dejaría de percibir por concepto de entradas al estadio.
"Esto comenzó con la campaña electoral de Florentino Pérez. Quería ganar las elecciones y presentó un argumento importante, ya que Sanz decía había ganado la Champions. Al principio la gente no le creía y se lo tomaron como una forma de presionar a rival", dice a Cadena 3 Manuel Pereyra, corresponsal en España del diario deportivo portugués A Bola.
Ante tamaña promesa, Florentino fue ungido presidente y ocurrió lo ofrecido: Luis Figo salió del Barcelona y se puso la del “Merengue”. Javier Gascón, periodista del diario ‘Mundo Deportivo’ nos contó el sentir que aún tienen en Cataluña sobre este caso: “Es algo que no se ha olvidado, a Figo se lo sigue odiando muchísimo. Es algo que no tuvo parangón”.
El morbo es definido como una enfermedad que sufre una persona al obsesionarse de forma negativa por un objeto u otra persona. Bueno precisamente sucedió el 21 de noviembre de 2000. El destino quiso que Real Madrid, con Figo, visitara al Barça. Ese clásico y el del 23 de noviembre de 2002, también en el Camp Nou son más recordados por lo que debió soportar Figo que por el juego.
"Fue un ambiente increíble. la pitada de 100 mil personas al mismo tiempo, la cabeza de cerdo, billetes con las caras de Figo y que en cada tiro de esquina tenía la afición en contra. Pero eso demuestra una cosa: que la afición del Barcelona lo quería muchísimo y se sintió traicionada", recordó Gascón.
"Fue horrible lo de la cabeza de cerdo. Podía haber pedido no jugar, porque era sabido el recibimiento. La pasó mal", opinó Pereyra.
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Las explicaciones se han dado todas. ¿Pero qué ocurrió, cómo fue posible que Figo pasase al Madrid? Para Joan Gaspart, presidente del Barcelona, aquello fue efectivamente una estaca en el corazón. Gaspart habla de “delito” deportivo del Madrid y cuenta que con el tiempo, Florentino le pidió disculpas.
"El Real Madrid cometió un delito, en el que hizo firmar un contrato al representante de Figo, quien se comprometía a firmar el Real Madrid. Si no firmaba, tenía una penalización de 500 millones de pesetas", declaró.
No obstante, el Barça no supo invertir el dinero que le ingresó y penó la salida de Figo sin poder ganar algo importante. "Esos dos años tuvo niveles mínimo porque se fue un pilar fundamental. Además, tampoco invirtió el dinero en fichajes competitivos", dice Gascón.
Florentino le ofreció a Figo quintuplicar sus ingresos, además el Madrid asumiría el pago de la cláusula de rescisión al Barça, cifrada en 60 millones de euros, convirtiendo al luso en el jugador más caro de la historia. La famosa cláusula de rescisión permite al jugador concluir la vinculación con su equipo a cambio del pago de una suma de dinero.
Figo acepta la propuesta, que también disponía que si el futbolista no cumplía con ir al Real Madrid, tendría que pagar una indemnización de 30 millones de euros. Todo esto, sin embargo se haría realidad si Florentino era elegido presidente y cuando eso pasó, Figo duda, quiere dar marcha atrás… ya no había caso. Con él se daba inicio a la llamada era de los “galácticos” que luego traería a los brasileños Ronaldo y Roberto Carlos, a Zidane y a Beckham entre otras grandes estrellas.
"La demostración de que el no quería el Real Madrid, es la cara de la presentación. No sabía dónde estaba, en el lío que se habia metido y no pudo echar marcha atrás. Incluso, 20 días había desmentido que tenía un acuerdo con el Real Madrid", agrega Gascón.
Ese año, el portugués ganó el Balón de Oro y lo celebró como madridista, entidad en la que jugó cinco temporadas, con 244 partidos y 58 goles convertidos.
"Eso es pasado, a pesar que me acompaña toda la vida. Fue una decisión acertada: cuando no te valoran en un sitio y puedes cambiar para mejor, al final del ciclo en Madrid he ganado muchos títulos y eso es lo que cuenta en la profesión", respondió Figo sobre si estaba arrepentido de aquella transferencia.
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