Perfiles de La Previa
08/02/2020 | 13:05 | Belgrano necesita revertir su suerte en el campeonato para alejarse de los puestos del descenso. "Tito" Noir habló sobre su trayectoria, su rol en el plantel y el aporte de Caruso Lombardi. Escuchá.
Raúl Monti
Audios
Ricardo Noir: "Caruso nos inculcó una mentalidad ganadora"
El inicio del 2020 encuentra a Belgrano más cerca del infierno que del cielo, en esta rayuela del fútbol argentino.
Hoy, cinco puntos separan al Pirata de las letras rojas del descenso y 10 del selecto grupo que pelea por un pasaje a Primera.
Los primeros 6 meses tras la anunciada pérdida de la categoría fueron muy complicados para el club de Alberdi que espera que con Caruso Lombardi la ilusión Pirata comience a florecer.
En los últimos días, el entrenador dejó claro que en los momentos difíciles son los grandes quienes deben cargarse al hombro la mochila de la responsabilidad y Ricardo Noir está preparado para hacerlo.
“Tito”, que en los próximos días cumplirá 33 años, tiene un vasto recorrido por el fútbol nacional e internacional y entiende perfectamente de qué se trata jugar en un equipo con las exigencias de Belgrano.
Nació y se crió en la pequeña localidad entrerriana de Villa Elisa y fue allí mismo que dio sus primeros pasos con la pelota en los pies.
Tiempo más tarde, Boca le abrió las puertas de su semillero a este joven y habilidoso delantero que cumplió el sueño de debutar en su club de la mano de Carlos Ischia allá por el Clausura 2008.
Aquel día, Tito no sólo firmó la planilla sino que su presencia fue fundamental: en el último minuto marcó el gol que le dio el triunfo a su equipo frente a Racing de Avellaneda.
/Inicio Código Embebido/
En aquel momento, coincidió en el plantel con Martín Palermo, Rodrigo Palacios, Lucas Viatri, Pablo Mouche y Mauro Boselli por lo que las posibilidades no eran muy alentadoras.
Aun así, se quedó a remarla y logró sumar algunos minutos en el Xeneize que festejó el Apertura 2008. Sin embargo, dos graves lesiones minaron sus esperanzas.
Con el objetivo de relanzarse, Noir partió a préstamo por un año al Barcelona Sporting Club de Ecuador donde disputó la Copa Sudamericana y alcanzó cierta regularidad.
Desafortunadamente otra lesión complicó su situación y decidió volver a la Argentina para una segunda etapa en el club de la Ribera.
En junio del 2011, fue cedido a Newell´s y a pesar de que jugó casi todos los partidos, la alegría no fue completa.
El equipo terminó entre los peores del torneo, Rosario era una caldera y Tito se vio manchado por una serie de rumores malintencionados que afectaron mucho a él y a su familia.
Después del mal momento con la Lepra, Noir retornó a Boca pero no necesitó demasiado tiempo para saber que si se quedaba, debería remarla desde muy abajo.
Con la intención de poder jugar y mostrarse, Tito optó por firmar con Banfield.
El Taladro no vivía su mejor momento. Deambulaba sin poder hacer pie en B Nacional, hasta que Matías Almeyda tomó las riendas y lideró a sus jugadores a la obtención del ascenso en 2014 con Noir como una de sus principales figuras.
En Banfield marcó 19 goles en 65 partidos y fue una de las armas ofensivas más explosivas del equipo.
Su gran nivel lo puso en la mira de Racing que a mediados del 2015 desembolsó una suma millonaria para sumarlo a su plantel.
Tras un par de temporadas en la Academia, el delantero cruzó la Cordillera para vivir su segunda experiencia internacional. Se sumó a la Universidad Católica y en su primer torneo en el club gritó campeón del Torneo Apertura 2016, convirtiendo 3 goles en diez partidos disputados.
Luego de una escala en Huracán y otra en Atlético de Tucumán, Ricardo Noir arribó a la Docta para aportarle su cuota de experiencia a un plantel de Belgrano joven, renovado y urgido de resultados.
Desafortunadamente, el primer semestre del Pirata no fue nada bueno. El equipo ganó solo dos partidos como local y aún no pudo quebrar la racha sin victorias como visitante.
Los malos resultados y el juego magro exhibido por el equipo significaron el fin de la etapa de Berti.
El propio Noir no escapó a las críticas y admitió que en el último semestre no estuvieron a la altura de las circunstancias. En lo personal, jugó menos de lo esperado, estuvo un tiempo afuera por lesión y terminó la primera parte del torneo suspendido por expulsión.
La llegada de Caruso, levantó los ánimos y comenzó a forjar la mentalidad ganadora que tanto estaban necesitando los jugadores del Celeste.
Con 15 partidos por disputar, Belgrano está a tiempo de alejarse de las letras rojas del descenso y subirse a la pelea por un lugar en la definición por el ascenso.
Después de todo, como bien dice Noir, en el fútbol todo se trata del “contagio”. Y si un triunfo lleva al otro, posiblemente Belgrano se vaya alejando del infierno y salte casilleros hasta el cielo de esta rayuela del fútbol argentino.
Informe de La Previa.