River y Gallardo: 15 finales

Cuando volvieron a encontrarse nadie podía imaginar que en aquella noche del frío invierno salteño estaba naciendo uno de los ciclos más exitosos de la historia del fútbol argentino. River quería revivir después del descenso y Gallardo quería sobrevivir en su nueva función de técnico. La combinación terminaría dando como resultado 15 finales en 5 años…

La primera final del River de Gallardo se definió el 10 de diciembre del 2014 en Monumental con un contundente 2 a 0 contra Atlético Nacional, para levantar la Copa Sudamericana. Los goles de Pezzella y Mercado fueron el moño de un paquete que en realidad se había terminado de armar unas semanas antes gracias a Barovero y Pisculichi en las semifinales frente a Boca.

El 2015, uno de los años más exitosos en la historia del Millonario, empezó con la segunda final del ciclo: la Recopa contra San Lorenzo, que River terminaría ganando por 2 a 0 en el global con dos goles de Carlos Sánchez.

El 25 de abril del 2015 al River de Gallardo le tocaría morder el polvo de la derrota en una definición mano a mano: Huracán le ganó 1 a 0, con gol de Edson Puch, y le arrebató la Supercopa Argentina en San Juan.

Cuatro meses más tarde ya nadie se acordaría de aquel traspié contra el Globo porque River volvería a la cima del continente después de casi dos décadas. La noche del 5 de agosto el Millonario goleó por 3 a 0 a Tigres de México para levantar la Copa Libertadores, esa que se le venía negando desde 1996.

Casi sin tiempo para festejar, a los seis días River ya estaba jugando otra final, esta vez en Japón, contra el Gamba Osaka por la Copa Suruga. Los de Gallardo cumplieron con el trámite, vencieron por 3 a 0 a los asiáticos y alzaron la que hasta ese momento era la cuarta copa del proceso.

El 2015, el año del título en la Libertadores con eliminación a Boca en octavos incluida, no terminaría de la mejor mañera para River porque en la final del Mundial de Clubes le tocó padecer al Barcelona de Messi, que estaba en un gran momento y lo demostró ganando por un lapidario 3 a 0.

Como campeón de la Libertadores, River jugó y ganó la Recopa Sudamericana del 2016 contra Independiente Santa Fe. En el ida y vuelta, después de haber empatado 0 a 0 en Colombia, el Millonario se impuso por 2 a 1 de local con gritos de Driussi y Alario.

Cerrando un 2016 flojo, porque se quedaba afuera de la Libertadores del año siguiente, River ganaría una gran final de Copa Argentina el 14 de diciembre, contra Rosario Central en el Kempes. Fue 4 a 3, la noche de los errores de Batalla y los goles de Alario y Alonso.

El 2017 de River empezaría con un cachetazo impensado: Lanús lo goleó por 3 a 0 en La Plata y otra vez lo dejó con las ganas en la Supercopa Argentina. Además, después lo eliminaría increíblemente en las semifinales de la Libertadores.

Cuando parecía que el trabajo de Gallardo en River entraba en la pendiente más pronunciada, después de perder una final, después de tropezar en Lanús y después de caer ante Boca de local, en ese contexto, se rehízo ganando de nuevo la Copa Argentina: 2 a 1 contra Atlético Tucumán en Mendoza, y otra vez la copa doméstica le servía de pasaporte para clasificar a la Libertadores.

Lo que vendría en el 2018 sería una película que ni el más fanático de los hinchas de River podría haber imaginado. Todo empezó el 18 de marzo en Mendoza, el equipo de Gallardo venía a los tumbos, pero lo vio a Boca y se transformó. El Pity Martínez y Nacho Scocco firmaron los goles de una noche inolvidable que terminó a los besos con la esquiva Supercopa Argentina y con el rival de toda la vida como testigo.

Si ganarle una final a Boca ya era mucho, ganarle dos significaba más de lo que cualquiera podía soñar. Que la historia terminara como terminó, convirtió al 9 de diciembre del 2018 en el día ideal para cualquier mortal hincha de River. Alcanza con algunas palabras al boleo para revivir las emociones: Madrid, Benedetto, Montiel, la lengüita, Nacho, Pratto, modo oso, alargue, Barrios, la roja, Quintero, golazo, Gago, y va el tercero…

Como para no perder la costumbre de jugar una final por año y ganarla, el River de Gallardo ya cumplió con su cuota del 2019: por la Recopa derrotó al Athletico Paranaense, dando vuelta la serie con un 3 a 0 en el Monumental que terminó con un tercer gol sin arquero…

La historia, lejos de terminarse, lo espera a River con otros dos desafíos, con otras dos finales: la de Libertadores y la de Copa Argentina.

Mientras tenía la cabeza ya puesta en Lima, River se sacó de encima a Estudiantes de Caseros en un partido bravo, que pudo haber resuelto y lo terminó padeciendo sobre el cierre, para encontrarse de nuevo con una vieja conocida: la final de la Copa Argentina, donde estará por tercera vez.

Como si todo lo que ya consiguió fuera poco, el River de Gallardo llegó de nuevo al partido más importante, de la copa más importante, dejando en el camino a Boca. Fue la quinta eliminación mano a mano en cinco años, con baile en el segundo tiempo de la ida -le hizo precio- y casi sin sufrir en la vuelta.

Ahora lo espera Flamengo, un gigante que llevaba más de tres décadas dormido en el ámbito internacional, pero que armó un plantel con lo mejor del continente y un técnico de elite: Jorge Jesus. El portugués revolucionó Brasil dándole forma a un equipo que sabe muy bien a lo que juega y buscará saldar una deuda histórica que tiene con la Libertadores.

River y Gallardo van por su final número 14 y ya tienen la 15 marcada en el calendario, por ahora, ganaron 10 y perdieron solo 3, redondeando uno de los ciclos más exitosos de la gloriosa historia del Millonario, que podría pasar de tener dos Libertadores a contar cinco.

River y Gallardo, Gallardo y River, un solo corazón.