Talleres vs. Boca: la ilusión contra la obligación

La competencia más federal del unitario fútbol argentino, los puso frente a frente. El miércoles, en Santiago del Estero, Boca y Talleres jugarán la final de la Copa Argentina. Comparten la ambición de ganar, pero uno llega más ilusionado y el otro más obligado.

Para Talleres el premio es haber conseguido una cita con la historia y todo lo que venga será ganancia. Mientras que a Boca no le alcanza con disputar una final más y carga con la obligación de ganar, especialmente para evitar las consecuencias de una derrota.

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El equipo del Cacique Medina llegará a Santiago del Estero con el pasaje a la próxima Copa Libertadores en el bolso y el recorrido de un año que ya es inolvidable. Claro que la T buscará coronarse, pero descansa sobre la tranquilidad de haber superado las expectativas.

El segundo semestre del 2021 para los Matadores empezó complicado, después del sorprendente rendimiento del equipo en la Copa Maradona y la Sudamericana, Fassi decidió vender a Navarro, Hincapié y Fragapane. Los críticos estallaron.

Hace cuatro meses los rumores decían que Medina estaba enojado y podía irse. Incluso se habló del partido contra Estudiantes de Rio Cuarto por la Copa Argentina como bisagra para la continuidad del entrenador.

Supuestamente, el Cacique no estaba en de acuerdo con las ventas y encima el equipo no tuvo un buen arranque de Torneo. Perdió un partido increíble contra Newell’s, jugó muy mal en Santiago del Estero, no pasó de un pálido empate con Boca y le ganó con lo justo a Banfield.

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El cruce de octavos de la Copa, con Estudiantes, que se había planteado como punto de quiebre lo tuvo a Talleres corriendo de atrás todo el partido. Empató sobre el final y terminó clasificando por penales. Medina hizo silencio y después pasaría varios meses sin hablar.

Luego de meterse entre los ocho mejores de la Copa Argentina, Talleres encadenó cuatro victorias consecutivas y quedó como único puntero del campeonato después de un gran triunfo contra Racing en Avellaneda.

El equipo de Medina, que seguía sin hacer declaraciones, sorprendía al país. La T llegó a estar seis fechas seguidas en la punta del Torneo, le ganó jugando muy bien a Central y avanzó a semifinales de la Copa sacando a Temperley.

El albiazul tocó techo durante septiembre y el rendimiento cayó en octubre. Perdió feo en Varela con Defensa, tropezó en Santa Fe y no pudo dar la talla contra River, en un partido clave que terminaría sellando la suerte de la T en el campeonato.

Junto con noviembre llegó el cambio de aire para Talleres, clasificar a la Libertadores y la Copa Argentina pasaron a ser los grandes objetivos del club. Ambos llegarían juntos el primer día de diciembre, en una noche inolvidable para los hinchas.

En el estadio Funes de La Punta, donde los albiazules habían sufrido las peores épocas deportivas e institucionales del club, se confirmó la histórica resurrección de Talleres. El gol de Valoyes a Godoy Cruz lo puso en una final de AFA después de 43 años.

Como un guiño del destino, la definición contra Boca será un miércoles 8 de diciembre, la misma fecha y el mismo día que Talleres se abrazó a la gloria en 1999 cuando ganó la Copa Conmebol frente al Sportivo Alagoano con al agónico grito de Maidana.

En siete años, la gestión de Andrés Fassi transformó el club y lo llevó de perder una final en tercera división contra Gimnasia de Mendoza a ser el primer equipo cordobés que llega a una definición de Copa Argentina.

En el camino, los hinchas disfrutaron de un ascenso en el Federal, el campeonato invicto en la B Nacional, la vuelta a la Libertadores tras 17 años, la primera clasificación a la Sudamericana y las convocatorias de futbolistas a las selecciones como no ocurría desde hacía décadas.

El sólido presente de Talleres chocará contra el incierto futuro de Boca. El club de la Ribera vivió una semana convulsionada, con futbolistas acusados de actos de indisciplina y muchos de ellos jugándose sus contratos para la próxima temporada.

Sebastián Battaglia quedó en el centro de la escena, después de Newell’s explicó las ausencias de Cardona, Zambrano y Villa por una supuesta “intoxicación”, pero el mar de rumores se lo llevó puesto y frente a Talleres se juega mucho más que 90 minutos.

Boca tiene como gran objetivo cerrar el año con un título y abrochar la clasificación a la fase de grupos de la Libertadores que viene. El balance del 2021 también incluye la consagración en la Copa Maradona y dos eliminaciones a River entre los puntos altos.

En el debe del Xeneize quedó una polémica derrota contra Mineiro por la Copa, el récord negativo de solo un triunfo en 16 partidos del ciclo Russo y no haber podido ganar en el tiempo regular ninguno de los 10 clásicos que jugó en el año.

La final de la Copa Argentina, a todo o nada, asoma como una gran ilusión para Talleres, mientras que para Boca tiene mucha pinta de obligación. La ilusión contra la obligación y un título en juego como regalo de fin de año.