Villa y Valoyes, fútbol con aroma a café

Cuando ponen quinta, sus piernas se transforman en las patas de un guepardo, reduciendo a la resignación las intenciones de los defensores rivales, que quedan siempre mirándoles el número en su espalda.

La velocidad de Sebastián Villa y de Diego Valoyes es una de las características que más asombro genera en propios y extraños, y un factor trascendente que grafica su gran presente.

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La aceleración de los delanteros, sin embargo, no es el único punto en común que tienen: ambos son oriundos de Colombia, un país que siempre nutrió de grandes valores al fútbol argentino. Con aroma a café y alma de Fórmula 1, Boca y Talleres, que vuelven a verse las caras, depositan gran parte de sus esperanzas en ellos.

Sebastián Villa entró en el radar de Boca Juniors en 2018. Con una dura infancia marcada por las carencias, viajó a Argentina con el bolso cargado de ilusiones. Al comienzo le costó adaptarse, pero con el tiempo su velocidad cautivó a Guillermo Barros Schelotto y se ganó un lugar.

En Boca le esperaban grandes alegrías, pero antes tuvo que soportar un dolor profundo: la derrota ante River en la final de la Libertadores en Madrid.

Con el paso de los meses, volvió a afianzarse y los goles llegaron acompañados de un baile que pronto se convirtió en su marca registrada.

Tras algunos vaivenes en su rendimiento, con la llegada de Miguel Ángel Russo como entrenador el colombiano recuperó la titularidad en Córdoba, ante Talleres, donde brilló y marcó un gol clave.

Con el correr de los partidos, se convirtió en un aliado ideal para Carlos Tevez en el ataque de un Boca que se agrandó y le arrebató la Superliga a River en la última fecha.

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Sin embargo, no todas fueron alegrías, y su nombre quedó en el ojo de la tormenta: pese a que volaba en la cancha, descarriló afuera. En abril de 2020, en pleno parate por la pandemia, fue denunciado por Daniela Cortés, que era su pareja, por violencia de género.

La reacción del atacante fue desmentirla, asegurando que desde hacía un tiempo ella lo amenazaba con arruinarle la carrera. La estrategia de la defensa del futbolista apuntó a presuntas “extorsiones”.

Daniela Cortés, por su parte, no se quedó solo en la denuncia mediática y acudió a la justicia, donde se inició una causa. En medio del escándalo, el club decidió no contar con el jugador hasta que se resolviera su situación judicial, y Villa vio la reanudación de la competencia desde afuera.

Sin embargo, en octubre reapareció en un amistoso ante Arsenal, y de a poco se fue metiendo en la consideración de Russo.

Partido a partido, el colombiano volvió a mostrar todo su potencial y se transformó en una pieza basal del “Xeneize”, algo que quedó evidenciado al hacerse cargo del penal en el superclásico ante River de la fecha pasada.

A pesar de su gran presente futbolístico, que lo tiene como un engranaje importante en el esquema de Russo, el delantero convive con la sombra de la denuncia y una situación judicial aún sin resolver.

Una auténtica revelación tanto en Talleres como en el fútbol argentino el año pasado tuvo nombre y apellido: Diego Valoyes. Nacido en Cartagena en 1996, logró un buen rodaje en el club La Equidad de su país y en 2018 le llegó la oportunidad de emigrar: lo fue a buscar la “T”, que ya era protagonista en la Primera División de Argentina.

Tuvo su estreno con la casaca albiazul con Juan Pablo Vojvoda como técnico. Esa temporada, sin embargo, jugó poco: las lesiones lo tuvieron a maltraer y cuando le tocó estar no pudo demostrar todo su potencial, por lo que las críticas hacia el colombiano crecieron.

Estuvo por irse, pero en junio de 2019 llegó Alexander Medina. El técnico uruguayo le renovó la confianza al atacante y le dio un gran apoyo.

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Arrancó la Superliga desde el banco de suplentes, pero después tuvo varias chances desde el once inicial, y empezó a avisar que el 2020 podía ser su año al marcar el descuento en la caída ante Boca.

La interrupción del campeonato por la pandemia le llegó en el mejor momento futbolístico al colombiano. Entre medio, la dirigencia encabezada por Andrés Fassi formalizó la opción por el extremo y compró el 80% de su pase.

En la vuelta del fútbol, Valoyes fue titular y figura en el triunfo sobre Newell’s. Encontró su lugar en la cancha y siguió en gran nivel el resto del torneo: fechas después, estampó el segundo tanto para la victoria de la “T” ante San Lorenzo y puso el infartante y agónico 3-2 ante Banfield que dejó con vida a Talleres en su sueño, finalmente trunco, de llegar a la final.

Renacido de la mano de la confianza del “Cacique”, “La Pantera” siguió en el club de barrio Jardín en el amanecer de 2021. A pesar del arranque irregular del equipo, Valoyes mantiene su nivel, es un dolor de cabeza constante para los defensores rivales y se edifica como la gran carta de peligro del conjunto cordobés.

De la mano de la velocidad de Villa y Valoyes, Boca y Talleres buscarán llevarse los tres puntos en La Bombonera, un mítico recinto que históricamente le fue esquivo a la “T”, pero donde sonrió en el último tiempo.

En noviembre pasado, un agónico tanto de Joel Soñora le dio la victoria a los albiazules, que se posicionaban de gran manera en el duro “Grupo de la muerte”.

Más atrás en el tiempo, en 2017 y en su vuelta al templo azul y oro, el equipo entonces dirigido por Frank Kudelka sorprendió al líder Boca y le ganó 2-1, con tantos de “Pipe” Ramis y “Bebelo” Reynoso.

Desde su regreso a Primera, Talleres pisó otras dos veces La Bombonera, y en ambas cayó: una por 1-0, con gol de Pavón, y la otra por 2-1, con un agónico grito de Pablo Pérez, en un recordado encuentro en el que “El Matador” llegaba como escolta del “Xeneize”.

En el presente torneo, el equipo de Alexander Medina tuvo un arranque lejos de las expectativas, en el que no llegó a convencer, signado por la falta de efectividad para concretar las chances que genera.

Enfrente tendrá a un sólido Boca, que se afianzó con la conexión colombiana entre Villa, Fabra y el lesionado Cardona y que se construye en el liderazgo de Carlos Tevez.

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El equipo de La Ribera dejó escapar algunos puntos en el camino, pero se despachó con un 7-1 ante Vélez y redondeó un buen partido ante River.

En este contexto, ¿podrá Talleres volver a sonreír en La Bombonera? ¿Está obligado a ir en busca de una reivindicación, amparado por sus buenos antecedentes en esa cancha? ¿Boca romperá la mala racha jugando de local, donde solo coleccionó empates en este certamen? ¿Pierde peso el templo xeneize sin público? ¿Qué partido ofrecerán esta noche?

Las preguntas se multiplican antes de un duelo que siempre tiene un condimento especial. Y en el que, seguramente, el aroma a café y la velocidad de Villa y Valoyes no faltarán.