Cris y Alberto, paren de ayudar a Massa

Se supone que Sergio Massa va a juntar hoy a los ministros para plantearles topes al gasto, que es la única forma de dejar de emitir dinero a lo tonto.

¿Tendrá suerte? Porque sus socios, los que se supone que deberían ayudarlo, hacen todo lo contrario. No pueden parar de hacer demagogia y repartir dinero que hay que imprimir. Un par de ejemplos:

Ayer, sin ir más lejos dos senadores que son la mano izquierda y derecha de Cristina Fernández, Juliana Di Tullio y José Mayans, presentaron un proyecto no para reducir los planes sociales, sino para crear uno más: lo llaman Ley de Refuerzo de Ingresos para Reducir la Indigencia. Es una especie de subsidios a los subsidios porque ya están la AUH, las jubilaciones sin haber trabajado, la tarjeta Alimentar, el plan Potenciar Trabajo y tantos otros. Quieren pagarle 15 mil pesos, atados a la inflación, por un año, a 1,7 millón de personas mayores de 25 que estén en la indigencia, algo que con la economía en negro que hay es imposible de saber.

Veamos qué hace Alberto, mientras tanto. Hace unos días, en el Boletín Oficial, el presidente firmó un decreto por el que renovó un subsidio que el Estado les quiere pagar a particulares para que tengan una empleada o empleado doméstico. Lo maneja el Ministerio de la Mujer. El gobierno le da al empleador hasta 22 mil pesos al mes durante seis meses a condición de que el empleo esté en blanco por 10 meses. Obviamente es imposible de controlar. Es una invitación al fraude. La excusa original había sido recuperar empleos perdidos por la cuarentena del Covid. Pero ahora pinta para eternizarse. Supuestamente se hace para promover el empleo en blanco, pero la lógica es descabellada; o sea: como el empleador no paga el impuesto al salario, entonces el Estado paga el salario.