Del Frente de Todos, al Frente de Ella

En todo el país, un poquito más de 21 millones de argentinos emitieron un voto válido. De ellos, menos de 7 millones votaron por el kirchnerismo y sus aliados. Les faltó un cachito para un tercio.

Significa que el Frente de Todos ha vuelto a ser el Frente de Ella y apenas un poquito más. El aporte del círculo rojo que había hecho Sergio Massa hace dos años desapareció. Los moderados de clase media que había sumado Alberto, también. Sólo los votó el kirchnerismo intenso y algo más.

Catorce millones de argentinos optaron por otra cosa. Dos de cada tres ciudadanos que se molestaron en ir a votar están descontentos. Los motivos son infinitos. Seguramente van desde la inflación hasta el estilo cristinista, pasando por las hipocresías de la cuarentena, el alineamiento con Venezuela y la apoteosis de clientelismo. Pero todos tienen un hilo conductor: tienen el sello de identidad de Cristina Fernández.

Ninguna, pero ninguna, de las políticas del gobierno tienen ni una pizca de lo que se hubiera podido esperar de Massa o de Fernández cuando en 2019 mucha gente votó al Frente de Todos pensando que era una versión más amplia del kirchnerismo.

Es como si un director técnico, sabiendo que su equipo está flojo adelante, contrata a dos delanteros. Pero luego los hace jugar atrás, en la defensa. El equipo tendrá dos delanteros, pero seguirá si ser ofensivo. Eso hizo Cristina en estos dos años. Decoró el Frente por la Victoria del kirchnerismo con caras nuevas, pero ella siguió siendo la directora técnica. Y trazó la estrategia del equipo. Y la estrategia fue jugar como siempre. Y Massa y Fernández, que eran delanteros, se transformaron en malos defensores.

El Frente de Todos se transformó otra vez en el Frente de Ella. Y eso puede alcanzar para sobrevivir a base de ñoquis, acomodados y subsidiados con plata del Estado, puede servir para el relato que consumen los que viven en esa realidad paralela, pero no alcanza para entender lo que les pasa a los 14 millones de argentinos que sencillamente quieren que un equipo que juegue a otra cosa.