El progre que elimina el impuesto progre y el misterio del petrolero húngaro

Argentina ya era el país más extravagante del mundo. Pero desde ahora es el más raro del universo.

Primero, el ministro, presidente de hecho y candidato a presidente Sergio Massa anunció anoche que está dispuesto a eliminar el impuesto a las Ganancias “de los trabajadores”. Esto ya es rarísimo. Massa es el candidato del kirchnerismo que se autopercibe progresista. Millones de personas que se autoperciben progres van a votar a un tipo que quiere eliminar el único impuesto progresista que se paga en Argentina mientras mantiene a full, al rojo vivo, al peor de los impuestos, al más regresivo, al que le quita el pan de la boca a los asalariados miserables, a los que trabajan en negro, a los que hacen changas: el impuesto inflacionario. Según Massa ni siquiera van a pagar ganancias quienes ganan más de 700 mil pesos, mientras van a seguir saqueándole la billetera con la inflación, con el IVA, a quienes están en negro y con eso y con los impuestos al trabajo a quienes están en blanco pero cobran 250 mil pesos al mes.

El Estado argentino tiene cuatro impuestos principales. El más importante es el IVA, que es regresivo. En lo que va del año recaudó 7,9 billones. Le sigue los impuestos al trabajo, 5,4 billones en lo que va del año, también regresivo. Le sigue Ganancias, con 5,1 billones, el único progresivo. Y el cuarto impuesto es el inflacionario, estimado por la Bolsa de Comercio de Córdoba en unos 3,7 billones si la inflación es del 100% anual. O sea que con aumentar en 80% ganancias podría eliminarse la inflación. Pero no, al revés, Massa quiere eliminar el único impuesto progre mientras mantiene el inflacionario. ¿Con qué va a suplir Ganancias? Emitiendo más dinero. ¿A cuánto llegaría la inflación si hay que reemplazar Ganancias emitiendo? ¿Al 200 por ciento?

¿En serio los progres van a votar esto? ¿En serio? Ni el ultralibertario Milei propone eliminar el Impuesto a las Ganancias. Les aviso.

Claro, lo justifican con el versito de que “el salario no es ganancia”. En realidad es el impuesto progresivo que se paga en todos los países progresistas del mundo, donde se llama Impuesto a los Ingresos, sean del tipo que sea, y por el que paga muy poquito el que tiene ingresos bajos y paga mucho más el que tiene ingresos altos. ¿Qué importa si es un ingeniero que trabaja como empleado o como profesional independiente? No es para que pagues según una cuestión formal –de dónde viene tu plata- sino según lo que te ingresa.

Mientras tanto, suceden cosas aún más graves, aún más violentas, aún más medievales, aún más injustas, aún más discriminatorias. Ayer el Ministerio de Trabajo de la Nación firmó un acuerdo con YPF y la empresa de YPF que maneja las estaciones de servicio de YPF para  que 14.000 empleados de esas empresas estatales no paguen el Impuesto a las Ganancias. ¿Y el resto de los empleados privados del país? ¿Por qué tiene que pagar un médico (no importa si es empleado o dueño de una clínica) y no paga un ingeniero de YPF? ¿Y los ingenieros de Shell, de Axion, de PAE? ¿Y los empleados de las estaciones de servicio blancas? ¿Qué es esto? ¿Los petroleros de Axion son húngaros? ¿Los de Shell son angoleños? Los trabajadores del campo, de la agroindustria, de las metalúrgicas, de las automotrices, ¿qué son? ¿marcianos?

Es todo un subsidio adicional y oculto, competencia desleal a favor de YPF.

Es todo muy vergonzoso. Y la gente progre, los disfrazados de Jesús como Juan Grabois, los que se rasgan las vestiduras por los pobres van a votar toda esta vergüenza. En nombre del progresismo.