La quinta pata del gato
06/05/2022 | 11:51 | Por Adrián Simioni.
Redacción Cadena 3
Adrián Simioni
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Golpe fiscal: cuánto costará la pelea en el Gobierno
La durísima interna dentro del Gobierno se está trasladando a las cuentas públicas.
El presidente Fernández y el ministro Martín Guzmán buscan contener el gasto para no tener que imprimir tantos billetes y que la inflación no se agrave. Pero los kirchneristas rechazan ese ajuste. Hasta ahora, discutían. Pero ayer los K pasaron a la acción.
En Diputados, Máximo Kirchner presentó un proyecto para adelantar 6 meses el aumento de 45% previsto para el salario mínimo. Eso impacta sobre todo en los piqueteros, cuyos planes suben cuando sube el salario mínimo. Si la ley de Máximo sale, ya en agosto el salario mínimo se iría a 47.850 pesos. Y Guzmán va a tener que pagar en subsidios piqueteros, en el segundo semestre, unos 100 mil millones de pesos extra que no había previsto.
En el Senado, los legisladores de Cristina Fernández acaban de presentar un proyecto para volver a ampliar moratorias jubilatorias. Según la senadora Juliana Di Tullio, esto permitirá a que unas 500 mil personas en edad de jubilarse pero que no han aportado o no aportaron los 30 años de ley puedan jubilarse con la mínima en lugar de jubilarse con la Puam, la Prestación Universal para el Adulto Mayor. La Puam es un 20% menor que la mínima, que llegará a unos 37.500 pesos más en agosto. Así que otorgar la mínima implicará para la Anses gastar unos 50 mil millones de pesos más al año. Guzmán no los tenía previstos. Y cada año se irán agregando más.
Encima la Anses ya está bajo presión. El subsidio de 18 mil pesos en dos veces por el que cientos de miles de personas están colapsando hoy la Anses costará, se calcula, unos 200 mil millones de pesos más. Esta ya fue una medida que Alberto lanzó, contra la voluntad de Guzmán, para calmar al kirchnerismo que le exige, al mismo tiempo, repartir dinero y frenar la inflación.
Hay otra canilla del gasto menos visible. Pero enorme. Así como el Pami o la Anses están pasando a planta permanente de un saque a miles de contratados, en todas las dependencias que maneja La Cámpora las contrataciones y las efectivizaciones se hacen en tiempo récord, por si Cristina en algún momento da la orden de abandonar los puestos jerárquicos.
A Guzmán todo esto no lo encuentra bien parado. Ya el mes pasado tuvo que encender la impresora del Banco Central porque no le alcanzaron los impuestos ni lo que pidió prestado. Ahora la pelea con los K ya le está costando, como mínimo, unos 350 mil millones extra que no estaban en sus cálculos.
A todo esto, no contabilizamos los subsidios a la energía, que se están multiplicando en lugar de achicarse, porque la interna le ha impedido a Guzmán subir las tarifas cuando ya transcurrió más de un tercio del año. Esa es la parte del león.
Es el costo del acoso político de los K sobre Alberto, que empieza a ser acompañado por esta especie de golpe fiscal.
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