La motosierra no vuela

El presidente Javier Milei se prepara para su 14° viaje al exterior desde que asumió el cargo, lo que ha suscitado polémica debido a la naturaleza de sus visitas. En esta ocasión, participará en un foro de la CPAC, un evento vinculado a la ultraderecha que se llevará a cabo en México los días 23 y 24 de agosto. No será recibido por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ya que no se trata de una visita de Estado.

Desde que asumió, Milei ha estado fuera del país durante 47 días, lo que equivale a un viaje cada cinco días. Con las urgencias económicas que hay en el país, y el mensaje de austeridad que el presidente promueve, resulta cuestionable que realice viajes que parecen más personales que oficiales.

El viaje a México ha generado críticas por su costo y su propósito. ¿No debería dar señales de austeridad? El costo de cada uno de los vuelos ha sido significativo, entre 200 y 300 mil dólares, lo que plantea interrogantes sobre la necesidad de estos desplazamientos.

Un presidente cuando viaja, ¿debe ser una necesidad de Estado? ¿O está bien que se tome estas atribuciones y viaje por cuestiones personales? Sobre todo, a tan poco de haber asumido y en medio de una crisis donde todos los días nos piden ajustes.