La quinta pata del gato
10/03/2023 | 11:43
Redacción Cadena 3
Adrián Simioni
El país más extravagante del mundo amaneció hoy con una noticia que en cualquier lado sería una bomba: el sindicalista más poderoso, con más fama de duro, el que en las últimas dos décadas apretó a gobiernos, les mejicaneó trabajadores a otro sindicatos y bloqueó a centenares de empresas de transporte, de recolección de residuos y de logística en nombre de los derechos laborales, se morfó 84 millones de pesos en aportes sindicales que nunca pagó y que correspondían a 500 empleados del club Independiente. A ellos los dejó sin obra social. Y a otro sindicato, Utedyc, el sindicato de los empleados de clubes, lo dejó sin cuota sindical.
La deuda con la obra social y el gremio la acumuló Independiente entre 2017 y 2021 y Moyano estuvo al frente de Independiente 3 de esos 4 años. Ahora la Justicia ordenó a Independiente que pague lo adeudado. Pero Moyano ya levantó vuelo. Del muerto no se tendrá que hacer cargo él con su patrimonio sino, en definitiva, los hinchas. Es lo que pasa con estas entidades en las que no hay un dueño. Los que las manejan pueden ordeñarlas y luego picar, a diferencia del propietario de un comercio o de una industria, por ejemplo. Moyano dejó muchas otras deudas: 20 millones de dólares en total, según dijo su sucesor, Fabián Doman.
La pregunta es quién va a ir ahora a bloquear a Moyano, quien va a cercar el Sichoca, el sindicato de camioneros, o alguna de las recolectoras de residuos que se le adjudican. Quién se animará a hacer lo mismo que él y su hijo ordenaron hacer en tantas fábricas, supermercados y depósitos a los que se les impidió trabajar.
Hay quien ve en todo esto un caso flagrante de hipocresía, de doble mensaje, de haz lo que yo digo pero no lo que yo hago. Pero en otro orden Moyano no parece ser ningún impostor: porque, en definitiva, su rol, sea como sindicalista, o sea como empresario, siempre ha sido pésimo.
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