Que pasaría si surge el "dólar policía"

Al cuarto gobierno kirchnerista le cuesta cada vez más entender dónde está parado. Quien mejor expresa esa incomprensión es la senadora cristinista Juliana Di Tulio. El fin de semana pidió frenar el dólar no ya con represión financiera (eso en definitiva es el cepo) sino con represión policial. “Falta acción. Yo quiero ver cómo está la Policía Federal en la puerta de cada cueva”, dijo la senadora.

Es una vieja ilusión de los populistas que se quejan del síntoma -la evaporación de los dólares- sin ver la enfermedad que ellos causaron imprimiendo pesos a lo pavote y espantando al capital y la inversión. El camino que siguen siempre es el mismo: primero empiezan negando la importancia del mercado paralelo. Por eso decían que era un mercado chiquito e ilegal. Después, cuando las cosas estallan y se van de la mano, piden mano dura, policía.

Pasó en la hiperinflación alfonsinista. En la calle Rivadavia de Córdoba en 1989 hubo redadas. La policía levantaba de las veredas, no de las cuevas, hasta embarazadas. Llenaba colectivos de gente que iba a comprar 10 dólares, o que sólo pasaba por ahí. Era ridículo. Cuanto más gente en cana metían, más subía el dólar. Por supuesto que eso jamás funciona.

Por empezar, alguien debería decirle a Di Tulio, que ni ella ni la Policía saben dónde están las cuevas. En el fondo, las cuevas ya ni siquiera necesitan espacio físico. Las cuevas existen en el Whatsapp, los billetes van y vienen hasta por delivery. El mercado es muchísimo más inteligente que Di Tulio y su ejército interminable de ñoquis. Es más: si la Policía hiciera lo que dice Di Tulio con alguna efectividad sólo una cosa podría suceder: el "dólar Policía", podríamos llamarlo así, subiría aún más que el blue. Si la propuesta Di Tulio, si fuera exitosa, sería un fracaso.

Pero esa es apenas una cuestión práctica. El error de fondo es pensar que se puede parar la devaluación total del peso forzando a la gente a quedarse con kilos de papel sin valor. No hay policía en el mundo que pueda lograr eso. Lo saben todos los gobiernos del planeta. Lo sabemos en Argentina porque ya nos ha pasado. La única que no lo sabe es Di Tulio.