Rinoscopía para todos y todas

En el Concejo Deliberante de la Ciudad de Córdoba se está por empezar a discutir la segunda reforma al sistema electoral en tres semanas y con las elecciones ya encima. Se ve que el oficialismo está muy preocupado.

Pero lo interesante es de qué se trata esta modificación. Hay un concejal, Diego Casado, de Hacemos por Córdoba, es decir, de Schiaretti y Llaryora, que quiere que cualquier precandidato y candidato a puestos municipales tenga que presentar una prueba de que no consume drogas. 

Se habla de rinoscopía (un análisis físico nasal para detectar la inhalación de cocaína. Pero en realidad se exigiría un certificado de exámenes negativos a la presencia de metabolitos de estupefacientes.

O sea, quieren que alguien que consumió drogas unos días o semanas antes de anotarse como candidato sea rechazado como tal. Dato curioso: Casado es abogado de un jefe barrabrava de Córdoba preso acusado de introducir una tonelada y media de marihuana en Córdoba.

Aclaremos algo: creo que a todos nos parece bien -a mí me parece bien- que no haya intendentes y concejales drogadictos. Pero la idea de Casado, que tiene el apoyo de Llaryora, presenta varios problemas.

Uno tiene que ver con la utilidad de esto. Por ejemplo, si se analiza la orina, muchas sustancias se detectan como máximo hasta 4 días después del consumo. Lo que se consumió antes, no se detecta. Otra cuestión tiene que ver con otras sustancias: ¿y el alcohol?

Pero hay otra cuestión más de fondo. Tiene que ver con la restricción de los derechos políticos. ¿Tiene autoridad un Concejo Deliberante para limitar el ejercicio de derechos que garantiza la Constitución Nacional? Sobre todo en casos como el consumo de drogas. 

En Argentina el consumo de drogas está despenalizado. Por ejemplo, como el aborto. ¿Qué pasaría si mañana una mayoría de concejales decide que quien se haya practicado un aborto no puede ser candidato? ¿O alguien que se haya divorciado?

Los políticos argentinos no han sido capaces todavía de aprobar la "ficha limpia", algo mucho más objetivo que limita la postulación de personas que tengan condenas firmes por delitos penales. Prefieren avanzar con ideas que suenan muy bien en una sociedad golpeada por las drogas y el narcotráfico, pero que en el fondo son frívolas. 

Falta que le pongan un nombre "Rinoscopía para todos y todas" o algo así. Aunque en una de esas no sirvan de mucho y violen la Constitución.