Sergio Massa renace del humo, ahora contra Ctera

Sergio Massa no es como el ave fénix, que resurge de las cenizas. Cambia de traje detrás del humo. Resulta que ahora, como está obligado a rasguñarle votos a Javier Milei y a Patricia Bullrich si quiere entrar en el balotaje, ha empezado a endurecer su discurso kirchnerista hasta tornarse prácticamente antikirchnerista.

Cómo será que ayer salió a confrontar nada menos que con Ctera, la confederación de los sindicatos docentes hiper K, liderados por los gremialistas recontraK Sonia Alessio y Roberto Baradel, que ayer exigieron al gobierno reabrir la paritaria docente para discutir salarios frente al golpazo inflacionario que provocó la devaluación blanqueada por el ministro-candidato.

Dijo en una entrevista: “Esto del laburante que manda su hijo a la escuela parroquial porque en la escuela pública hay paro cada dos semanas… viejo, eso también lo tenemos que ordenar (…) Hay que hacer al Estado más eficiente. Cuando el papá dice ‘tengo la escuela pública pero tengo 18 paros por año, me complicaste la vida, flaco; no tengo donde dejar a mi pibe’. Acá tiene que haber un compromiso en el cual decimos ‘muchachos, se acabó la joda de que por cualquier cosa reclamamos, por cualquier cosa hacemos paro’. Basta”.

Tomá mate. Mirá si lo hubiera dicho Macri. ¿Qué pensará Cristina? Capaz que lo sepamos de acá a 5 años, cuando la vice decida dar señales de vida.

Massa aprovechó para cambiar de ropaje y ponerse más a la derecha luego de que, ayer, la Ctera exigiera reabrir las paritarias ante la aceleración inflacionaria. Alessio y Baradel alertaron sobre el incremento de precios “desmedido”, que adjudicaron a la devaluación realizada por Massa, y dijeron que los acuerdos salariales ya quedaron desfasados. En una línea parecida se pararon los sindicalistas estatales de ATE.

Massa supo tener otras posturas más contemplativas. Por ejemplo, cuando era anticristinista, en 2014, y Kicillof, que era ministro, devaluó como él hizo ahora y los docentes bonaerenses se clavaron 13 días de paro, su bancada presentó un proyecto de ley para adelantar las paritarias docentes.

Y en 2017, cuando ya se había peleado con Macri presidente y aún era antiK, dijo que el conflicto docente de ese año era el fracaso de “un pasado manchado de corrupción” y “un presente manchado por el ajuste”. Hoy Massa no debe ver ni corrupción ni ajuste por ningún lado.

Pero al menos hemos descubierto lo que en verdad piensa: que los paros docentes son una joda y que los sindicatos reclaman por cualquier cosa. Bah, es una verdad de Massa, es una verdad por ahora.