Sergio Massa y los ministros que pestañean

En Netflix hay un documental muy recomendable sobre Shimon Peres, extraordinario estadista que protagonizó todas los capítulos de la historia de Israel. Entre tantas cosas Peres cuenta cómo en 1984 logró bajar la inflación de 400 al 16% anual. Dice que encerraba a todos sus ministros y les iba ordenando podar el gasto público para no tener que emitir más dinero. "Al ministro que pestañeaba le exigía un recorte aún mayor", contó.

Algo así debería hacer Massa. Pero está lejos. Por ahora logró quedarse con la mayor parte de la Secretaría de Energía. Se supone que con concretará el ajuste más importante de su plan: el de las tarifas del gas y la luz, que subirán mucho más de lo que quería subirlas Guzmán.

Hay un problema con esto. Hasta ahora, de todo el ajuste, lo único que viene saliendo con fritas es la parte en que nosotros, los ciudadanos, tenemos que pagar más. Todavía no hay ninguna noticia de ningún recorte en el gasto del Estado. Por que la suba de tarifas, técnicamente, equivale a pagar más impuestos. Es igual. Más dinero de los hogares, del sector privado, deberá ir a pagar tarifas. O sea, pondremos más dinero nosotros para que el Estado la ahorre y se la siga dando a quienes viven de él.

El experto Julián Rojo calcula que hasta ahora los clientes residenciales pagamos, por ejemplo, apenas el 20% del precio de la electricidad. Y está bien que empecemos a pagar un precio más realista. Pero es un ajuste al sector privado, a los consumidores, no al gasto del Estado.

En cambio, el Estado en sí aún no dijo en qué piensa ahorrar. Massa no les ha dicho a los gobernadores que viven de los fondos discrecionales de la Nación -desde Kicillof hasta los feudales- que empiecen a ahorrar porque se acabó. Tampoco le dijo a La Cámpora que empiece a reducir las decenas de miles de ñoquis y acomodados que colocó en diversos lugares: desde el Pami hasta Aerolíneas Argentinas. A los piqueteros apenas les dijo de hacer una auditoría -alucinante que nunca se haya hecho- y ya están en pie de guerra.

Se supone que mañana Massa va a juntar a todos sus ministros para decirles cuál el tope de gasto que van a tener y escuchar qué van a recortar, qué sacrificio van a hacer los que viven del Estado para que dejen de ajustar siempre a los que no viven del Estado.

Shimon Peres contó que él se sorprendió. Cuanto más cortaba el gasto, más subía él en las encuestas.

Qué lindo que sería ser una mosca para ver, primero, si Massa se anima a hacer lo mismo; y, segundo, para ver qué pasa si algún ministro pestañea.