La quinta pata del gato (Fotoilustración: Juan Pérez Gaudio).

La quinta pata del gato

Terroristas brasileños secuestran a 21 argentinos en Minas Gerais

14/11/2023 | 12:23

 

Redacción Cadena 3

Adrián Simioni

Audios

Terroristas brasileños secuestran a 21 argentinos en Minas Gerais

Karina Galperin es una profesora de la Universidad Torcuato Di Tella. Hace un roto puso un mensaje lacónico en sus redes sociales: “Hay 21 rehenes argentinos de Hamás en Gaza. No es tema”. Tiene razón. Galperin no usó ni un adjetivo, nada. Yo sí lo califico: es triste, es incomprensible, es inhumano. A buena parte de los argentinos no nos importa. Lo dijo también hace dos días el humorista Sebastián Wainraich: “Estoy angustiado, hay 21 compatriotas secuestrados y el tema no conmueve”.

También tiene razón ¿Qué pasaría si hubiera 21 ciudadanos argentinos secuestrados en Brasil desde el 7 de octubre? ¿Qué pasaría si uno de ellos fuera un bebé de 10 meses, como Kfir Bibas? ¿Esos sí nos parecerían argentinos? ¿Hubieran ido 100 mil argentinos a ver la final Boca-Fluminense?

No es que no hagamos lo que hay que hacer. Todos los políticos –excepto la izquierda que se disfraza de antisionista– se pronunciaron en contra del terrorismo de Hamas. La Cancillería argentina condenó el ataque terrorista de Hamas, aunque luego empezó a castigar a Israel por su acción militar para recuperar a los rehenes comiéndose parte de la propaganda palestina. Igual. Al menos hay un condena.

En la superficie, bien. En el fondo, abajo, no conmueve. La agencia estatal Télam, colonizada por la militancia K, no llama terrorismo a lo de Hamas. Hamas es un “movimiento”. Los organismos de derechos humanos callan. Estela Carlotto se limitó a expresar solidaridad “con las madres” de los secuestrados. Para ella y los suyos no hay terrorismo. Hay una guerra. Raro, porque Palestina en los papeles es un Estado y Hamas gobierna Gaza. Pero esos no son terroristas de Estado. Allí si hay una guerra. No como en Argentina en los 70, donde para Carlotto no hubo una guerra. Hubo terrorismo. Se entiende: Carlotto no puede decir que los militantes de Hamas son terroristas porque ella y los suyos reivindican a los terroristas del ERP y de Montoneros que asesinaron, secuestraron y aterrorizaron Argentina incluso en el período democrático 73-76. Una falla en la Matrix donde Madres, Abuelas, Hijos y siguen las firmas defienden derechos humanos según la ideología de la víctima.

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/

Como sea, no nos calienta. No nos conmueve. Aunque el terrorismo islámico haya volado una embajada en Buenos Aires y haya cometido el peor atentado terrorista de nuestra historia con los 85 muertos de la Amia. Aunque Israel no sólo esté luchando por su supervivencia sino también poniendo el cuerpo para defender nuestros valores y principios (la democracia, la libertad, la tolerancia de las minorías, la pluralidad religiosa) de una variante violenta y totalitaria de una religión y una cultura tan respetable como la del Islam, que nutre a tantos países pacíficos y amigos. Israel pone la cara para defender lo nuestro. Y nosotros, hipócritas, le exigimos que ponga la otra mejilla. Que sus soldados sean policías suecos en una fábrica de terrorismo.

Es mucho lo que hay en riesgo. Es mucho lo que hay que cuidar. Siempre decimos que Argentina es el país más extravagante del mundo, como algo negativo. Ahora lo decimos como algo positivo. Somos una extravagancia. En muy pocos lugares conviven las culturas judías e islámica, hebrea y árabe, como en Argentina. No hemos visto el renovado antisemitismo que se propaga por Europa.

Hay que cuidarlo. La mejor forma es reconocernos todos como pares, como iguales. Tenés un pasaporte: sos de los nuestros. Te queremos, te defendemos, pensamos en vos, te reclamamos. No importa quién es el secuestrado y quién el secuestrador. Somos 21, calculamos. No se sabe bien. No sabemos cuántos de nosotros estamos vivos aún. Libérenos. Dejen de joder y libérennos. Un bebé de 10 meses no puede ser el culpable de nada. Y los otros 238 secuestrados tampoco.

Te puede Interesar

La quinta pata del gato

 

Política esquina economía