Un Inadi fiscal, eso necesitamos

Hace unos días, el ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, divulgó con gran pompa que su ministerio inauguraba rotondas y repavimentaciones de calles de Hurlingham, uno de los partidos del Conurbano. 

La obra incluye la demarcación, señalización, iluminación y refugios para pasajeros de colectivos. Las obras forman parte de un paquete de 6.544 millones de pesos que este año Katopodis le va a regalar a la Municipalidad de Hurlingham.

¿Hace lo mismo en el resto del país? A ver: si gastara lo mismo en todas partes y no discriminara grotescamente al interior, a Katopodis no le alcanzarían los días para cortar cintas de obras gigantes. 

Para darse una idea: el aliviador vial de Villa Libertador que construyó la provincia de Córdoba costó 2.300 millones de pesos. Hurlingham recibe el doble de esa cantidad para tapar baches.

Se ve a simple vista la discriminación. ¿Cuánto hace que a nuestros oyentes de Casilda, Marcos Juárez, Villa Mercedes, Malargüe o cualquier otra localidad la Nación no les repavimenta, señaliza e ilumina sus calles y les construye rotondas y refugios de transporte urbanos? 

Si no, vale un ejemplo. Desde 2021, el Ministerio supuestamente nacional inició en Mendoza 33 obras por cada millón de mendocinos, mientras en Buenos Aires inició 103 por cada millón de bonaerenses, el triple.

Es que los habitantes de esos lugares del interior, sobre todo de la franja central del país, somos intranjeros, habitantes del interior que son considerados extranjeros por la Presidencia del Conurbano, que en eso se ha transformado hace muchísimos años la Presidencia de la Nación. 

Servimos para pagar impuestos. No para que nuestros impuestos se gasten en nuestras ciudades y pueblos. Necesitamos urgente un Inadi, pero un Inadi fiscal, para luchar contra la discriminación fiscal de la Nación. Eso sí, a ese Inadi lo vamos a tener que financiar aparte. Ni loca lo va a financiar la Nación.