La quinta pata del gato
23/08/2021 | 10:50 |
Adrián Simioni
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Vamos a ser inflexibles... con ustedes
No hubo delito. Es lo mismo que Alberto Fernández les habría dicho a sus colaboradores. Dice que es un delito de peligro abstracto. Al no producirse el contagio, no hay delito. Sería como el homicidio: si no hay un cuerpo de una persona muerta, no hay homicidio. Ese es el argumento que acaba de dar Cafiero. Pero uno puede decir: no, pará, esto es como una multa por alta velocidad: no hace falta que hayas chocado; sólo por superar la velocidad, te corresponde el castigo.
Pero no hace falta meterse en esa discusión. Basta ver lo que dijo, lo que firmó y lo que hizo el propio presidente para ver la contradicción.
En efecto, Alberto no recuerda lo que dijo (defecto que ya le conocemos desde que en este estudio lo abatató Mario Pereyra) apenas comenzó la cuarentena: "A partir de esta noche nadie puede circular, nadie se puede mover de sus casas (...) La Prefectura, la Gendarmería y la Policía Federal, junto a las provinciales, estarán controlando (...) El que no pueda explicar qué está haciendo en la calle se tendrá que someter a las sanciones que el Código Penal prevé para quienes violan las normas que la autoridad sanitaria dispone para frenar una pandemia (...) Vamos a ser absolutamente inflexibles". Recuerden esta frase.
Fernández tampoco se acuerda de lo que firmó con todos sus ministros. El decreto de necesidad y urgencia que estableció la cuarentena dice que cualquiera que no cumpla las normas de aislamiento viola el artículo 205 del Código Penal. Y ese artículo dice: “Será reprimido con prisión de seis meses a dos años el que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes para impedir la introducción o propagación de una epidemia”. No dice, como tampoco lo dijo el presidente, que se castigue al que contagia. Se castiga al que viola las normas de prevención.
Pero Fernández no sólo ignora lo que él mismo dijo o lo que él mismo definió como delito. Ignora también lo que hizo. Lo que hicieron sus funcionarios por orden de él. Para el 20 de junio del año pasado las fuerzas federales habían detenido a 100.240 personas y secuestrado 4.700 autos.
Y lo siguieron hasta hace semanas. A fin de junio, pero de ahora, de este año, la directora de Migraciones, Florencia Carignano, denunció a 287 personas que aterrizaron en Ezeiza y no mantuvieron los 14 días de aislamiento a rajatabla.
En ninguno de esos casos se probó si esas miles personas habían contagiado a alguien o no. Y sin embargo el gobierno las mandó a detener, aunque ahora nos enteramos que para Fernández eso no era un delito.
El primer reflejo de esta gente es que la ley rige para los demás, no para ellos. Cuando no pueden evitarlo, entonces hacen una interpretación de la ley para ellos y otra para los demás. El presidente mintió cuando, al lanzar la cuarentena, dijo "vamos a ser inflexibles". Debió haber dicho: "Vamos a ser inflexibles... con ustedes".
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