La quinta pata del gato
09/11/2023 | 12:38
Redacción Cadena 3
Adrián Simioni
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Ya no nos da ni para ser república bananera
Ayer sucedió algo insólito frente a las embajadas argentinas en Bolivia y Paraguay. La protesta no era por cuestiones de fondo relativas a derechos humanos, problemas migratorios o de geopolítica internacional. Nada de eso. El tema son las bananas.
Los que protestaban eran productores y comerciantes de bananas y portaban unos cartelitos hechos a mano bastante hirientes para los argentinitos soberbios que somos, acostumbrados muchas veces a mirar por encima del hombro a nuestros hermanos de idioma, historia y geografía: “Argentina, paguen las bananas que ya se comieron”, decían los cartelitos.
Literalmente, las bananas que nos comimos los argentinos en los últimos meses no las pagamos, las tarjeteamos.
Los bananeros paraguayos y bolivianos nos enviaron más de 150 mil toneladas de bananas y los importadores les dijeron: “Miren, ahora ya no les podemos pagar porque vamos al Banco Central con nuestros pesos a comprar los dólares para pagarles a ustedes y el Central no nos da los dólares. Pero nos prometió el Central que en unos meses van a estar los dólares. Entonces, porfa, banquen, háganos el aguante unos meses y les pagamos”.
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Bolivianos y paraguayos bancaron. Nos financiaron la ingesta de bananas. Pero el Banco Central no cumplió. Es más, hoy el Banco Central tiene menos dólares que antes. La Secretaría de Comercio del funcionario massista Matías Tombolini es la que autoriza las importaciones, luego de montar un esquema bajo el cual se está cocinando un escandaloso negocio con empresarios que cada vez más denuncian, por ahora en forma anónima, que hay que pagar comisiones y contratar consultoras para poder operar. Cuando Comercio de vez en cuando autoriza una importación, puede pasar que la frene la Afip. Toda porque, en el fondo, no hay dólares que transferir.
Y bolivianos y paraguayos han quedado atrapados en un cepo bananero. Los exportadores no cobran y no pueden pagar a los productores, los productores no pueden pagar sus costos, y así. Sólo a los bananeros les debemos 12 millones de dólares.
Así que la Unión de Bananeros del Trópico, de Cochabamba, Bolivia, por ejemplo, ya avisó que esta es la última semana que exportarán a la Argentina. En Paraguay los productores dicen han sido estafados por el Estado argentino. Todo muy bonito.
Nadie sabe bien en cuánto se han endeudado ya los importadores argentinos que, como los importadores de banana, han tarjeteado las importaciones de todo tipo de cosas: desde autopartes hasta insumos médicos críticos. Pero la cifra supera ya los 50 mil millones de dólares. Un muerto superior al famoso crédito con el FMI, que nadie sabe cómo se va a pagar.
Por lo pronto, el mercado no perdona. Ayer la banana en Córdoba se vendía en las verdulerías a 1.300 pesos el kilo. ¿Les parece caro? Yo iría a comprar, porque no es un chiste de Alberto Olmedo, disfrazado de dictador de Costa Pobre, con su banda presidencial choreada de un velorio con la leyenda “tus amigos”. No es una joda. A la Argentina ya no le fían ni bananas. Y a nosotros ya no nos da ni para ser un república bananera. Por una sencilla razón. Nos estamos quedando sin bananas.
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