Las Claves de Zucho
25/04/2024 | 14:52
Redacción Cadena 3
Claudio Zuchovicki
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Los incentivos correctos
Vos, ¿Por qué hacés las cosas? ¿Por qué hacés lo que hacés? No sé, me tiento a preguntarte a vos, ¿por qué hacés lo que hacés? ¿Qué es lo que te motiva? ¿Cuáles son los incentivos para hacer el esfuerzo que haces?
Si no ganaras plata, ¿lo haces igual por más que tengas toda esa pasión? De eso se trata de tener los incentivos correctos.
Encontré una vez un cuento para explicar lo que quiero explicar, que es la historia de un economista que fue en 1925 a un país en desarrollo y notó la mala calidad del trabajo que tenía la producción de ese país. Todos, qué mal laburaban. Y además de eso, descubrió que el principal motivo era por lo poco que ganaban. Ese país era Japón y se convirtió en una de las potencias del mundo y empezó a tener casi adicción al trabajo.
¿Qué incentivos tuvo Japón para desde 1925, posguerra si querés, después de la bomba atómica? ¿Qué encontró para convertirse en lo que se convirtió? ¿Cómo logró transformarse? Y el punto es el incentivo que vos le das cuando lo haces dueño de una propiedad privada, donde vos decís "si vos ganás podés tener tu techo propio y el techo propio es tuyo".
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Entonces, tener los incentivos correctos, quizás para mí, es uno de los puntos centrales de la Argentina que viene o que deberíamos tener, mejor dicho. Es que valga la pena lo que estoy haciendo porque tengo un premio. Y en el momento que estamos viviendo, de mucha presión, de mucha licuación, de todo lo que describen todos los días, de todo lo que hablamos todos los días, es imprescindible saber por qué estoy haciendo lo que estoy haciendo y cuál es el mérito que puedo tener en hacer el esfuerzo. Que no es lo mismo hacer el esfuerzo que no hacer el esfuerzo.
Todos hacemos cosas por incentivos, la plata paga, pero no necesariamente motiva.
Un experimento realizado por Dan Ariely demuestra esto claramente: pagaba más dinero a unos chicos por armar figuras con bloques, pero desarmaba sus creaciones frente a ellos; mientras tanto pagaba menos a otros chicos, pero valoraba y exhibía sus creaciones. Al final, muchos de los que ganaban más preferían el reconocimiento a pesar de ganar menos dinero.
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La plata paga, pero no motiva, lo que motiva es el reconocimiento también de lo que estás haciendo, alguien lo está viendo y le importa. Entonces, ¿qué tiene que ver esto con la construcción actual? Está muy bien que macroeconómicamente vos mejores, pero también tenés que agregarle por qué vale la pena, por qué puede mejorar tus cosas, y por qué vale la pena dar la pelea, el incentivo de que tus hijos vivan más seguros, de que no tengas miedo a irte, de que existe la propiedad privada.
Me parece una batalla cultural que Argentina debe darse.
Tenemos que entender, tener el incentivo correcto, que la guita se hace laburando, esforzándose, estudiando, que el estudio vale la pena, que es buenísimo que tengamos acceso a la universidad y que todos tengan acceso, pero es buenísimo que se gaste en la academia, que se gaste en enseñarme, que yo ponga sobre la mesa el hecho de cuántos alumnos se reciben de los que entran, porque si no, no soy inclusivo.
No es sólo los que se reciben, tiene una calidad bárbara. Y los que quedaron en el camino, ¿por qué quedaron en el camino? ¿Por qué no terminaron? ¿Dónde se fue esa plata, esa infraestructura? ¿Quién la gastó? ¿Realmente está yendo a donde tiene que ir? Y creo que ese debate es esencial para tener los incentivos correctos.
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