“Macacha”, la espía de “Los Infernales”, que cautiva provocó una revolución

Semana de Mayo

"Macacha", la dama espía de "Los Infernales" que desde el cautiverio provocó una revolución histórica

15/05/2024 | 09:36

Defensora de los derechos de las mujeres, hermana del general Martín Miguel de Güemes, participó de la formación de un ejército en la guerra del Alto Perú. Una mujer de sociedad que fue enfermera, espía y gobernó Salta.

Redacción Cadena 3

Martín Bonansea

María Magdalena Dámasa Güemes de Tejeda, no sólo era la hermana del general Martín Miguel de Güemes, sino que también era su mano derecha y su mayor consejera en la defensa de la frontera norte contra los españoles en la guerra del Alto Perú.

Interesada en la necesidad de su pueblo, la independencia de la Patria y los derechos de todas las mujeres se involucró en la guerra y su acción fue determinante en la “gesta de Güemes”. Comenzó como enfermera curando las heridas de los soldados y poco a poco se involucró hasta ser la principal colaboradora del caudillo que lideró el ejército del norte.

“Macacha”, como la llamaban, era la encargada de coordinar las acciones de espionaje llevadas adelante por mujeres como Celedonia Pacheco de Melo, Juana Torino, María Petrona Arias, Andrea Zenarruza de Uriondo y doña Toribia la Linda, acompañadas en aquellas misiones por ancianos y niños. Simulaban oficios u ocupaciones para investigar dentro de las bases enemigas y así poder informar al caudillo gaucho antes de cada batalla la cantidad de soldados y estrategias que enfrentaría en el combate. Su participación fue considerada fundamental para lograr la independencia de la Patria.

En el campo de Castañares, el 20 de febrero de 1813, se libró la denominada “batalla de Salta”. Una larga pelea, con numerosas bajas de ambos bandos y recordada como una de las más “sangrientas” de la lucha por la independencia de Argentina. Magdalena “Macacha” Güemes, junto a un grupo de valientes mujeres tuvo una participación destacada como espía, enfermera y consejera fundamental para el caudillo en la victoria.

Este hecho llamó la atención del general José de San Martín, quien la reconoció públicamente. Además esa batalla consagró como héroe a su hermano, Martín Miguel de Güemes, quien fue reconocido desde ese momento como uno de los grandes líderes de la región.

"Macacha" formó junto a su hermano un ejército de gauchos, un grupo de batalla tan salvaje como importante en la batalla, los llamaban “Los Infernales”. En ese valiente grupo de “corajudos”, muchas veces inspiradas por la propia “Macacha”, participaron heroínas de la historia argentina, también llamadas “Las mujeres de la gesta de Güemes”, como Juana Azurduy y María Loreto Sánchez de Peón.

Fue la colaboradora más cercana de Miguel Martín de Güemes, su operadora política, incluso la llamaron “la ministra sin cartera”. "Macacha" fue mediadora del “Pacto de Cerillos”,  asegurando el encuentro entre Güemes y Rondeau, quien estaba sitiado y sin recursos por el caudillo salteño, para que este último conociera el poder y los recursos del gaucho. 

José de San Martín valoró este pacto como uno de los más importantes en la guerra del Alto Perú y reconoció el valor que tuvo "Machaca" impidiendo un conflicto entre el norte, liderado por Güemes y Buenos Aires.

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La dama de sociedad que se convirtió en guerrera

María Magadalena Damása Guemes de Tejeda, Macacha, nació en una familia acomodada, hija de Gabriel de Güemes Montero, tesorero real de la corona española y Magdalena Goyechea, descendiente de conquistadores españoles y encomendados al norte del Virreinato del Río de La Plata.

Nació dos años después que su hermano Martín, quien desde adolescente se dedicó a su carrera militar. Era la sexta de ocho hermanos y la primera mujer. Fue educada bajo los ideales de las mujeres de la época por lo que estudió piano y flauta. Contrajo matrimonio a los 16 años con Román de Tejeda, quien provenía de una de las familias más tradicionales de Salta y capitán del Regimiento de Patricios con quien tuvo a su hija Eulogia.

Los peones de sus haciendas la apreciaban y le eran tan leales, que incluso formaron parte de su posterior ejército. Su primera participación pública fue en defensa de su marido a quien consideró injustamente castigado por la milicia en La Rioja. Tras sus constantes y públicos reclamos, logró que fuera restituido a Salta.

Fue en la Revolución de Mayo, en 1810, que junto a su hermano forma el ejército de gauchos, “Los Infernales”, quienes defendieron, ante los realistas, el territorio de lo que hoy son las provincias de Salta y Jujuy.

Después de esa victoria Martín Miguel fue elegido gobernador de la provincia de Salta. Siempre con Macacha a su lado, quien gobernó la provincia mientras el gaucho estaba con el ejército en la Guerra gaucha.

En ese período, la hermana del caudillo y gobernadora interina, desarmó sendas operaciones de la “elite” salteña que no les gustaba que la provincia tuvieran un gobierno gaucho y habían formado el partido “Patria Nueva” en contraposición con José Gorriti, que apoyó a Güemes y con colaboración de Macacha formó “Patria Vieja”.

Después de la independencia de La Patria en 1816, Macacha y su esposo trabajaron por la justicia y la igualdad. Se convirtió en una defensora de los derechos de la mujer y trabajó para mejorar la educación y las oportunidades para las niñas y las mujeres en Argentina. También apoyó a los movimientos obreros y luchó por la abolición de la esclavitud.

Tras el fallecimiento del caudillo, en 1821, tras un enfrentamiento con el coronel Valdez en su casa de Salta ,donde Macacha estuvo presente, la heroína salteña siguió al frente de la causa revolucionaria y es en ese momento cuando es encarcelada junto a su madre por el gobernador opositor José Antonio Cornejo.

Presa Macacha, los gauchos de Güemes se sublevaron, el ejército completo no respondía a Cornejo. Hubo saqueos y violencia en las calles de Salta, hasta que el 22 de septiembre de 1821 se dio el episodio conocido como “Revolución de las Mujeres” que provocó el derrocamiento de Cornejo y la asunción de Gorriti como nuevo gobernador.

Macacha, en el año 1856, fundó una escuela para niñas en Salta, una de las primeras de esa clase en en el país. La escuela ofreció una educación de calidad para las niñas de la región, brindaba lecciones de lectura, escritura, matemáticas, música y arte. También promovió la educación cívica y la participación de las mujeres en la política.

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“La madre de los pobres” también fundó en 1863 la “Sociedad de Beneficencia de Salta”, proporcionaba asistencia a los pobres y enfermos de la región. También brindó mejores condiciones de vida de los trabajadores agrícolas y protegió a las mujeres y niños de la violencia y el abuso.

Macacha era una dama de sociedad, que podría haber observado la guerra de la Independencia como un hecho de político de la época, pero eligió pelear. Defendió los derechos de la mujer y la libertad de su pueblo. Fue reconocida por las clases menos favorecidas por su generosidad, su valentía y ante todo su patriotismo. Fue llamada la “madre del pobrerío”, “la espía de Los Infernales”, “La ministra sin cartera”. Ella era “Macacha”, la hermana de Güemes, una mujer argentina que luchó por la libertad de todos.

Informe de Martín Bonansea.

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