Basta de tareas escolares

Actriz, modelo y panelista, Cinthia Fernández logró hacerse un nombre y garantizar la permanencia en la televisión gracias a su inagotable capacidad para la pelea.

Aunque el blanco preferido de su enojo, y también aparente responsable de sus días más oscuros, es su exmarido Matías Defederico, hace algunas horas ha vuelto a hablarse masivamente de ella después de que se declaró harta de trabajar en la tarea escolar que le asignan a sus tres hijas.

Cuando comenta discusiones con las víctimas habituales de su ira -el padre de sus hijas, la madre de su ex- suele dividir aguas y en las redes se arman bandos irreconciliables que la instan a seguir pegando o le sugieren que acuda a un terapeuta para calmarse.

Esta vez, en cambio, obtuvo un respaldo casi unánime porque parece que el problema no es ella y ese espíritu beligerante que la mantiene perpetuamente al borde del estallido, sino la excesiva carga extra escolar que sufren los alumnos.

Hay que aclarar que las mellizas Charis y Bella tienen 9 años y Francesca 8 y las tres asisten a un colegio bilingüe en el que permanecen cada día ocho horas.

"Piedad a los padres", pidió la panelista, sorprendida de que sus hijas tuvieran que continuar con "trabajos prácticos" en la casa después de una jornada tan larga en la escuela.

La queja es recurrente y hay incluso tratados enteros sobre lo que implica la sobrecarga de tareas para chicos de tan corta edad. Y las redes están saturadas de protestas paternas que, en algunos casos, sólo aluden a las obligaciones de los niños sin considerar el tiempo que los adultos destinan a lo que en otros tiempos se llamaban "deberes".

Marsella Reynolds es una influencer enfocada en temas como la maternidad y la crianza.

En su videoclip "estoy en contra de las tareas escolares", habló de las desventajas que ha visto con su propio hijo, logrando reunir más de tres millones de reproducciones y miles de comentarios sobre el tema.

Es mexicana y se documentó para recordar que las pruebas Pisa han demostrado ya el nivel superior de los estudiantes de Francia, Bélgica o Finlandia, países donde no les dan a los niños y adolescentes tarea para hacer en la casa.

Reynolds no protestó por la eventual colaboración que se exige a los padres -ni siquiera abordó esa cuestión- sino que se limitó a reivindicar el derecho de los chicos a vivir su infancia. "No tienen tiempo de ser niños" se lamentó.

Cinthia Fernández, en cambio, metió en la discusión a los padres. "Este mes me liquidó", publicó en Instagram junto con fotografías de las cartulinas que debían presentar en clases.

Al parecer los posteos fueron realizados sobre el filo de la medianoche y el apoyo que logró Cinthia fue significativo; al punto que algunos de sus seguidores le advirtieron que estaba cometiendo algunos errores.

"Correcciones listas", dijo poco después y exhibió un trabajo perfecto.

Lo cierto es que por una cosa u otra, no tiene paz. Al comienzo de las clases puso el grito en el cielo porque las nenas regresaron con colegio con piojos.

Esa vez no cosechó demasiado respaldo porque más de uno se sintió afectado por la protesta. "De un día a otro me vuelven así, cuando les hice un tratamiento para limpiarlas de las colonias. ¿Posta no les da asco? ¿No se fijan si sus hijos se rascan?”, preguntó.

Ahora, en cambio, todos están con ella y coinciden en la necesidad de un recreo largo.