Escándalos

Los escándalos que involucran sexo y dinero suelen perdurar en la memoria colectiva con mayor nitidez que los generados por cuestiones estrictamente políticas o financieras.

Fernando Espinoza, el intendente de La Matanza, ha sido procesado por el delito de abuso sexual.

Lo denunció una ex colaboradora a quien ni siquiera tenía en nómina, porque había olvidado registrarla.

Virtualmente imbatible en las urnas, con una carrera política que sobrevivió a la derrota nacional del kirchnerismo, el prestigio de Espinoza se evaporó en cuestión de segundos al conocerse los términos de la presentación judicial.

Y eso que su trayectoria estaba jalonada de reconocimientos, algunos internacionales. En el 2008, por su gestión en programas de inclusión social, recibió en Atlanta (Estados Unidos) el Premio Américas a la Excelencia en el Servicio Público,nada menos que en la categoría «reducción de la pobreza»

En septiembre del año siguiente y en el marco de la cena solidaria que realiza la Obra del Padre Mario Pantaleo, Espinoza se hizo acreedor a la «mano solidaria» por su «trabajo en bien de la comunidad».

De ser un ejemplo para las nuevas generaciones, se transformó en un paria. El gobernador Axel Kicillof tuvo que dar explicaciones cinco minutos después de que apareciera en una foto junto al intendente de La Matanza.

Y nadie se las aceptó porque después de decir que había que dejar actuar a la justicia , se le ocurrió agregar que no estaba enterado de "lo que es privado, lo que es personal".

La foto de Kicillof junto a Espinoza, por la que el gobernador bonaerense tuvo que dar explicaciones

Y como siempre hay pendientes en la interna ,el caso de Espinoza fue usado por el sector del kirchnerismo que desde el año pasado venía rumiando la bronca por el derrumbe de Martín Insaurralde, otro dirigente que asistió al desplome de sus acciones después del escándalo conocido como el yategate.

Nadie cree que la repentina aparición de nuevas fotos del ex jefe de gabinete bonaerense junto a la modelo que lo acompañó en la incursión por el Mediterráneo, esté desligada de la caída en desgracia de Espinoza. Desplazaron a una pieza y se desacomodó la de enfrente.

Espinoza fue el apellido que agitaron junto a detalles de la denuncia de abuso sexual , los que estaban de capa caída porque su hombre, Martín Insaurralde, había contribuido a la derrota electoral exponiendo su pálida espalda en un yate con la cubierta salpicada de champagne .

Los escándalos registrados en otra geografía son aún más claros para graficar el impacto que tienen sobre la población y las instituciones.

Cualquier reseña biográfica del 42º presidente de los Estados Unidos empieza y termina con el caso Lewinsky.

El affaire con la pasante puso en vilo a la administración demócrata y la dejó tambaleante. Su repercusión fue más importante que diversas medidas que adoptó Bill Clinton y que, en teoría, afectaban la vida de millones de sus conciudadanos.

Entre ellas figuran la intervención militar de Estados Unidos en las guerras de Bosnia y Kosovo, la firma del acuerdo de paz de Dayton o la Ley de Liberación de Irak.

Sin embargo, nada de lo que parece tan grave conmovió a la población. En cambio, la relación extramatrimonial del jefe de Estado sacudió al gobierno, forzó la intervención judicial y dividió a la sociedad.