Maravillas de este siglo
21/06/2022 | 08:46 | Por María Rosa Beltramo.
Redacción Cadena 3
Se llama Tommasso Debenedetti, es experto en la elaboración de noticias falsas, le encanta que se refieran a él como el asesino serial de Twitter y no lo admite pero seguro es un escritor frustrado . Con una frecuencia irregular que él mismo decide, suele sacudir el universo literario mandando al otro mundo a algún escritor, cuanto más famoso, mejor.
Ya se dio el gusto de matar dos veces al peruano Mario Vargas Llosa, el último premio Nobel latinoamericano, famoso polemista que abrazó el ideario completo de la derecha arrancando desde el otro extremo del espectro ideológico y personaje recurrente de Hola desde que comenzó a salir con la ex de Julio Iglesias.
A Vargas Llosa no sólo lo mató; también publicó una entrevista tan apócrifa como perfecta y verosímil en la que lo hizo hablar de casi todas sus obsesiones vinculadas al mundo de la escritura y de sus preferencias y odios políticos .Entre las dos muertes del autor de “La ciudad y los perros”, acabó con Haruki Murakami, el Borges japonés, que todos los años encabeza la lista de candidatos a llevarse el premio que la Academia Sueca termina adjudicándole a otros.
¿Es Debenedetti un bromista inescrupuloso o un aburrido con una gran cuota de imaginación?. En realidad, opera a dos puntas.Hace correr una fake news de alto impacto y disfruta del eco que en segundos tiene en todo el mundo.Le encanta poner en evidencia a los periodistas y a los grandes medios.
Conoce la naturaleza humana y sabe que pese a que todos tienen pesados manuales de estilo que mandan a chequear cualquier información con al menos tres fuentes independientes antes de publicar, (casi) nadie quiere perder tiempo y cuando ve en cualquier parte la noticia del fallecimiento de una celebridad primero lo publica y después averigua.
El asesino serial del Twitter liquidó la semana pasada a la argentina Claudia Piñeiro apenas diez días después de que la autora de “Las viudas de los jueves” resultara una de las seis finalistas del prestigioso Booker Prize, distinción que finalmente fue para la india Geetanjali Shree .
De inmediato llegaron casi al unísono una graciosa desmentida de ella y la confirmación de parte de él que se trataba de una fake news.El debut del italiano en estas lides se produjo en 2012 y su primera víctima fue el sueco Henning Mankell, el creador del detective Kurt Wallander.
Hasta ahora nadie ha demandado al hombre que vive fabricando noticias falsas. Los que peores la pasan a partir de sus falsedades son los medios que replican sus invenciones.” Cuando se anuncia en la red, sobre todo a través de Twitter, el fallecimiento de una personalidad famosa, la noticia se difunde como polvo, rápida y sin verificación. La voluntad de los medios de ser los primeros en anunciar la muerte de un famoso es la causa por la que, en estos diez años de actividad en Twitter, siempre un periódico o una radio o una agencia de prensa publican la mentira como verdad”, dice Debenedetti.
Respecto a su actividad, la define como “un juego literario” y sostiene que en internet y en las redes “la frontera entre verdad y mentira, realidad y ficción, no existe”.
Más allá del dudoso placer de ser testigo de la difusión que siempre tienen sus mentiras, Tommasso Debenedetti ha tenido un gran acierto que consistió en descubrir la verdadera identidad de la escritora que se había dado a conocer al mundo con el pseudónimo de Elena Ferrante .
Decir que Anita Raja era quien firmaba como Elena Ferrante fue un verdadero hallazgo. Hace poco tuvo ocasión de ganar fama y prestigio revelando un gran secreto, pero al italiano se le pasó lo de la escritora española Carmen Mola.
Esa señora llevaba media docena de publicaciones y era best seller cuando ganó el millón de euros del Premio Planeta .Recién ahí , cuando tuvo que subir a recibir los aplausos y el cheque, el mundo se enteró de que detrás de la exitosísima Carmen Mola se ocultaban Jorge Díaz,Agustín Martínez y Antonio Mercero.
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