Maravillas de este siglo
25/03/2023 | 13:47
Redacción Cadena 3
María Rosa Beltramo
Lo mejor está por venir, pero ya hay impacientes que han lanzado su candidatura y se han convertido en los pioneros de una campaña de largo aliento que culminará en las elecciones presidenciales.
Como las dos principales fuerzas todavía no definieron a los postulantes a los cargos más importantes, hay que entretenerse con los que aspiran a puestos menores pero necesitan instalarse en la consideración de la ciudadanía.
Picaron en punta un famoso abogado acostumbrado a la televisión y una ex concejal salteña que ha logrado captar la atención de los medios nacionales con procedimientos que algunos llaman disruptivos y otros califican de bizarros.
Fernando Burlando se disfrazó de pobre para un spot en el que destaca la decencia y el empuje de habitantes de una villa de emergencia y concluye con la consigna "es hora de defender la provincia".
El hombre que representó a los padres de Fernando Báez Sosa y logró severas condenas para los asesinos del joven, hace dos décadas largas que frecuenta los set televisivos y es una de los profesionales más conocidos del país.
La salteña Griselda Galleguillos, en cambio, ha tenido que ingeniárselas para vencer la indiferencia obstinada de los medios porteños, que rara vez registran personas u objetos situados del otro lado de la General Paz.
Empezó su recorrido político en Juntos por el Cambio y en algún momento se acomodó unos metros más a la derecha junto al diputado Alfredo Olmedo (el de la campera amarilla) que se opuso a la sanción de la ley del matrimonio igualitario con la consigna "tengo la cola cerrada y la mente abierta".
Galleguillos fue tres veces concejal de Rosario de Lerma, fracasó en el intento de transformarse en senadora y ahora es candidata a diputada provincial y decidió agitar las aguas con el sorteo de una noche con un stripper para celebrar el día de la mujer.
Podían acceder al premio mayor grupos de diez chicas mayores de edad y para que conocieran cabalmente lo que estaba en juego, Griselda se sacó una foto con Juancho, el stripper en cuestión, y advirtió que se trataba nada menos y nada más que de Míster Venezuela.
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Antes, cuando formaba parte del espacio de Olmedo, se fotografió en bikini para recibir la primavera y haciendo alarde de su capacidad para la rima pidió "votá sencillo, votá amarillo, votá Griselda Galleguillo".
Pero lo suyo no es una fiesta perpetua; también es buena haciendo campañas de concientización. Hace unos días se fotografió con las manos metidas en el motor de una camioneta Ford y ofreció un curso gratuito de especialización en mecánica ligera de vehículos. Fue en el marco del mes de la mujer, lo tituló "Reinas al volante" y todavía es posible anotarse para acceder a ese aprendizaje.
Nadie podrá nunca negar que la candidata es imaginativa y tiene el valor que hace falta para animarse a (casi) todo. Una elección atrás hizo un spot aprovechando la popularidad de "El juego del calamar" y se ganó un espacio en los medios nacionales con el rap que hace dos años bailó en la terraza
"Los políticos de turno mostraron sus hilachas/ su honestidad barata no me baja la bombacha/ Los políticos de siempre/ que nunca están presentes, con traje y corbata/ también son delincuentes/ Que quede claro a estos tipillos, con la Galleguillo/ los corruptos al banquillo".
El spot de Burlando transcurre en una villa donde el abogado posa con pobladores del sector de los que pondera su honestidad.
"De algo no hay dudas que es la decencia de esta familia y de toda la gente que se ha acercado. Siguen apostando a la decencia, a la educación. Hay mucha calidez y mucho material humano para salir adelante, solamente hay que proponérselo".
Lo más llamativo no es el entorno ni la empatía con la gente; lo más sorprendente es el atuendo de Burlando, cuya vida transcurre entre tribunales y la tele y sólo se sacó el traje cuando decidió mostrar sus habilidades para jugar polo. Acá se despojó del disfraz de abogado para aparecer de camiseta malla, short y ojotas.
El abogado dijo que al spot se lo hizo un amigo y le costó, apenas, el equivalente a dos tanques de nafta. La ropa es la que usó cuando tuvo que bailar cumbia en el programa de Tinelli. Tal vez haya que creerle cuando habla de la confección casi artesanal del aviso porque si se lo hubiera encargado a una de las empresas líderes en mercadotecnia política jamás habrían permitido que apareciera al lado de José Luis Auge, uno de los asesinos de Cabezas.
Con lo que le costó al abogado sacarse de encima su fama de sacapresos y abrazar la causa de los justos a través de Fernando Báez Sosa, sus propios propagandistas lo muestran junto a uno de los integrantes de la banda de los horneros.Casi un fallido de esos capaces de demoler una candidatura con mayor eficacia que cualquier rival.
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