Rebusques

En otras secciones de esta misma página se acumulan día tras día estadísticas, notas especiales, análisis y proyecciones varias sobre la profundidad de la crisis y las estrategias de los expertos para dejarla atrás. La visión macro deja fuera los rebusques más o menos organizados de figuras del ámbito artístico y deportivo y de simples mediáticos que necesitan subsistir en un mundo que cambió de la noche a la mañana y los dejó sin ingresos.

De la depresión por la falta de actividad a la búsqueda de una invitación rentada para oficiar de panelistas en los programas de la tarde, el aislamiento consumió el otoño y el invierno y volvió imaginativos a los que en la etapa inicial eran pura desesperación.

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Como siempre, los primeros que se salvan son los que tienen resto. Y esos suelen hacerle un lugarcito a los más necesitados. Uno de los que figura a la cabeza de los creativos en pandemia es Alejandro Sas, vinculado al emprendedurismo, el entretenimiento y la publicidad móvil. Con una inversión cercana al medio millón de dólares creó la aplicación “Idolizate”, que con un plantel original de cuarenta famosos, permite regalar saludos de cumpleaños por la módica suma de 500 pesos.

Futbolistas en actividad como Ángel di María, Erik Lamela y Javier Pinola, el tenista Diego Schwartzman o la leona Carla Rebecchi son parte de la oferta de Idolizate que también anotó a Moria Casán, Guillermo Coppola, Gastón Sofritti y Jimena y Federico Cyrulnik.

El catálogo de la aplicación menciona además la posibilidad de videos y lo que llama “experiencias premium” por 3 y 4 mil pesos, respectivamente, y que se supone, involucran una participación más elaborada que el feliz cumple al que se accede por el abono básico.

Sin la protección de un recurso tecnológico novedoso y la organizada cobertura de contadores que se ocupen de la facturación, los impuestos y los depósitos bancarios, Silvia Suller, una persona que no necesita presentación, fue de las primeras que empleó sus contactos en revistas, radios y televisión para publicitar sus servicios.

No sería extraño que a esta altura haya modificado honorarios, pero en abril y por 300 pesos SS prometía hasta media hora de una suerte de stand up por video llamada. Sin intermediarios y con una simple cuenta de Facebook, pasando por mensaje privado el CBU y tras verificar la transferencia, la ex secretaria de Feliz Domingo arremetía seguramente con alguno de los relatos sobre la época dorada cuando era joven, no existía el coronavirus y su vida transcurría de un canal al otro.

La ausencia de espectáculos ha privado a los mediáticos de ingresos que pueden no ser demasiados significativos, pero les servían para apuntalar la economía familiar. Anulada la posibilidad de posar frente a un afiche con un listado de sponsors, han sufrido también la desaparición de canjes que les aportan ropa y calzado y en ocasiones, efectivo.

Como hay que acomodarse a las posibilidades de esta etapa rara de la vida, Reina Reech se maquilló como si fuera a debutar en la tele y grabó un videito recomendando una empresa de limpieza. Menos esclavista, le dijeron de todo, porque para hacerla completa, mostró a la mucama en plena faena. Y se le vino la noche porque olvidó que en Buenos Aires todavía no se ha autorizado la tarea del personal de casas de familia.

El resto de la farándula, aún aquellos que en la pre pandemia eran remisos a dar notas, promocionan a toda hora sus espectáculos de streaming, el modo actual de vender entradas, lejos del calor popular.