Verdad/Consecuencia

Durante 24 horas miles de personas en todo el mundo vieron el video y lo convirtieron en tendencia en X. Los grandes medios lo reprodujeron.

Espectadores de distintos países observaron a Robert De Niro y todo el peso de su fama mandando a la casa a manifestantes al grito de "¡Esto no es una película. Esto es real!".

Era una imagen cinematográfica para ilustrar un tema de candente actualidad, sobre todo en Estados Unidos, donde los universitarios realizan acampes para pedir que el gobierno de Joe Biden y la comunidad internacional, se apiaden de los palestinos, convidados de piedra en el conflicto que enfrenta a Israel y Hamas.

A nadie le extrañó la supuesta amonestación del protagonista de "Taxi Driver" a los manifestantes. No sonó rara su aparente adhesión a la causa de Israel, mezclada con el probable malestar provocado por la cercanía de activistas que podían ocasionar demoras en el rodaje de "Zero Day".

Pero al cabo de la jornada hablaron Stan Rosenfield, el representante del actor, y la actriz Mozhan Navabi, compañera de elenco, para aclarar que las expresiones de De Niro están contenidas en el guión de la serie.

En ella, el actor de "Toro Salvaje", "El Irlandés" y "Nada" encarna a un expresidente de Estados Unidos a quien le piden que lidere una comisión encargada de investigar un ciberataque global de consecuencias imprevisibles.

La sinopsis oficial anticipada por Netflix incluye, entre otros temas, el de la verdad y la mentira, justo lo que se puso en juego con la difusión del video.

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Zero Day “hace la pregunta en la mente de todos: ¿Cómo encontramos la verdad en un mundo en crisis, uno aparentemente desgarrado por fuerzas fuera de nuestro control? Y en una era plagada de teorías de conspiración y subterfugios, ¿Cuántas de esas fuerzas son producto de nuestra propia acción, tal vez incluso de nuestra propia imaginación?".

Esta vez no fue una inteligencia artificial la responsable de la creación de una noticia falsa. Parece que tampoco hubo una conspiración planificada al detalle, sino el aprovechamiento de un parlamento ideal para generar una repercusión global.

Sería ingenuo suponer que alguien escuchó las palabras de De Niro y las viralizó sin más, creyendo que estaban dirigidas a los manifestantes que defendían la causa palestina.

En rigor, ese público no forma parte del video, pero sus reclamos fueron mencionados por quien se encargó de viralizarlo.

La verdad llegó un día después. Robert De Niro estaba siguiendo un guion y los manifestantes eran extras.

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Para entonces, y pese al escaso tiempo transcurrido, ya había perfiles del hombre que brilló en "Los asesinos de la luna" que incluían su respaldo a Benjamín Netanyahu.

La aclaración puso las cosas en su lugar pero obliga a reflexionar sobre lo fácil que es atribuirle a una persona palabras que no pronunció. O,como en este caso, adjudicarle a sus dichos otro sentido, alterando el contexto.

Algunos quieren presentar lo sucedido como una equivocación de uno de los tantos observadores casuales que pasaron por la esquina donde parte del elenco de "Zero Day" ensayaba una escena.

Pocos creen en esa versión. Por múltiples razones, casi siempre la viralización de mentiras es intencionada, aunque en ocasiones algunos se defienden afirmando que manipulan la verdad sólo para hacer reír.

Fue la web satírica WTOE 5 la que en 2016 difundió el apoyo del papa Francisco a la candidatura de Donald Trump. Han transcurrido 8 años; el dirigente fue presidente;luego perdió la reelección y ahora vuelve a liderar las encuestas.Y sigue habiendo gente que recuerda el “respaldo” que recibió de Francisco.

El porcentaje de falsa información que circula a diario es elevado pese a la existencia cada vez mayor de organizaciones que se dedican a chequear noticias. Una encuesta aleatoria que realizó dos años atrás la Universidad Nacional de Córdoba permitió comprobar que el 18 por ciento admite haber compartido información dudando de su veracidad. Algo es algo. Vale la pena, al menos, sospechar que eso que parece evidente puede no ser cierto.

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